Religión moderada y el problema de seleccionar a conveniencia [ENG]

RELIGIÓN MODERADA Y EL PROBLEMA DE SELECCIONAR A CONVENIENCIA

"Claro, escojo las partes de la Biblia / Torah / Corán / Bhagavad Gita-/ etc que tienen sentido para mí, y rechazo las que no lo hacen. ¿No es eso lo que se supone que debemos hacer? ¿Pensar por nosotros mismos? ¿No es mejor que ser un fundamentalista?"

Cuando los ateos criticamos la religión, una de las cosas que más criticamos es el “cherry-picking”: creyentes que adoptan la parte que les gusta de sus enseñanzas religiosas, ignorando o rechazando el resto. Los ateos señalamos que los textos sagrados - la Biblia, el Corán, etc - están normalmente llenos de anacronismos y absurdos, contradicciones internas, errores de hecho, moralidades grotescas, y que en realidad nadie se adhiere a todas sus enseñanzas... ni siquiera los autoproclamados fundamentalistas. (¿Existen fundamentalistas cristianos que se nieguen a usar telas mezcladas, o que apedree a sus hijos desobedientes hasta la muerte?) Y señalamos que los creyentes convenientemente escogen las partes de sus textos sagrados con las que ya están de acuerdo, o con las que más les gustaría estarlo, o con aquellas en las que han sido educados por la fe en que han sido criados.

Los fundamentalistas y otros creyentes conservadores negarán acaloradamente esta acusación. Ellos insisten en que realmente siguen la palabra literal de su texto sagrado. Y utilizarán abundante número de retorcidas excusas sobre por qué adoptan ciertas partes de su texto religioso y rechazan otras: por qué están usando mezclas de algodón y poliéster, por qué sus hijos siguen vivos.

Pero los creyentes moderados tienen un enfoque muy diferente. Ellos admiten libremente seleccionar a conveniencia. "Claro", dicen. "La Biblia dice muchas cosas - cosas que son anacrónicas y absurdas, incorrectas y moralmente grotescas. La Biblia (o cualquier texto sagrado que estamos hablando) no es un documento perfecto escrito por Dios - es un documento con fallos, escrito por personas que estaban tratando de entender a Dios. ¿Crees que nos estás diciendo algo que no sepamos? Sí, debemos seleccionar. Tenemos mentes y brújulas morales, y se supone que debemos pensar por nosotros mismos. ¿No es eso lo que los ateos haceis? Al leer las obras de los pensadores que encontráis inspiradoras, os quedáis con las partes con las que estáis de acuerdo, y rechazáis las demás ¿Por qué no pueden los creyentes hacer lo mismo? "

Ya. Ese es el problema.

En realidad, antes de llegar al problema, debo decir esto desde el principio: En comparación con el fundamentalismo religioso, este otro acercamiento a la religión es mucho más preferible. Tengo serias objeciones a la religión moderada, pero son mucho menos graves que mis objeciones a la religión fundamentalista. Si todas las religiones fueran moderadas... bueno, yo todavía no estaría de acuerdo con ellas, y todavía hablaría sobre estos desacuerdos, pero no me preocuparía tanto como lo hago. Y aunque no estoy de acuerdo con los creyentes moderados, estoy más que feliz de compartir una cena con ellos y trabajar en alianza en temas que tenemos en común.

Una vez dicho esto, aquí está el problema con el cherry picking religioso.
¿Cómo sabes qué seleccionar? ¿Cómo sabes qué partes de la Biblia / Torah / Corán / lo que sea están divinamente inspirados, y qué partes son humanas e imperfectas? ¿Cómo sabes que — por poner un ejemplo — partes de los Evangelios son las cosas que Jesús realmente dijo y quiso decir, y cuales son las que están retorcidas y corrompidas y simplemente inventadas por seres humanos imperfectos?
¿cómo sabes lo que está diciendo realmente dios?

Muchos creyentes moderados contestarán con una de estas dos respuestas o una combinación de las dos:
a) Educación y b) mirar en nuestro corazón y nuestra propia guía moral.
Dirán que los historiadores y otros expertos pueden darnos una buena idea de la certeza histórica (o falta de ella) de cualquier texto religioso. Y dirán que, en casos en los que la historia nos deja haciendo suposiciones, podemos mirar el mundo que nos rodea y nuestra experiencia sobre él, y mirar en nuestras mentes y corazones, siguiendo nuestra guía moral. Eso nos dirá qué era lo que quería Jesús realmente.

Veamos el problema con estas dos opciones.
El problema con la parte de la educación — aparte del hecho de que los expertos no están de acuerdo sobre qué partes de los textos sagrados son históricas y cuales no — es que continua asumiendo la existencia de un dios sobrenatural, sin ninguna evidencia que apoye esa asunción, y mucha que la contradice. Incluso aunque consiguieras corroboración histórica para la afirmación de que — por poner un ejemplo — en Judea o cerca de Judea existió un maestro religioso llamado de alguna forma parecida a Jesús (una afirmación dudosa) y que realmente dijera algunas de las cosas atribuidas a él en el Nuevo Testamento y no dijera otras, ¿entonces qué?
Sin tener la certeza histórica para la afirmación de que este Jesús era realmente el hijo perfecto y divino de dios, que hizo milagros y regresó de entre los muertos y de alguna manera mágica puede curarnos de las cosas malas que hemos hecho siempre y cuando creamos que es real, ¿qué diferencia hay si hubo una persona real que dijo estas cosas? Las ideas o son buenas o no lo son.

Lo único que haría que estas ideas fueran especiales, diferentes de cualquier otro grupo de ideas, sería si hubieran emanado directamente de la boca de Dios. Y el punto central de este acercamiento moderada, no fundamentalista, a la religión es que se rechaza la afirmación de que los textos religiosos salieron directamente de la boca de Dios. Si no crees que la biblia o el corán son libros divinamente inspirados ... entonces ¿por qué lo tratas como algo especial? Dejando a un lado qué trozos piensan los estudiosos que pueden o no haber sido dicho por el “verdadero” Jesús o el “verdadero” Mahoma o quien sea... ¿por qué lo tratáis de forma diferente a cualquier otra escritura humana, con algunas de cuyas partes estás de acuerdo y otras no?

Y el problema con “mirar en tu corazón” para decidir lo que realmente dijo y no dijo dios, y qué partes de tu texto sagrado están divinamente inspiradas... bien, esperaría que el problema fuera obvio. Pero la experiencia me ha enseñado que no lo es, así que voy a explicarlo.

El problema con "busca en tu corazón" para averiguar lo que es y no es literalmente verdad acerca del mundo externo, no subjetivo, es que nuestros corazones y mentes están profundamente erradas. Nuestras mentes y nuestros instintos han sido conectados por la evolución, con un conjunto de sesgos cognitivos. Y estos prejuicios nos inclinan en la dirección de creer cualquier religión en la que de hecho ya creemos — y nos inclinan a creer en la religión en primer lugar. Entre otras cosas, estamos cableados por la evolución para ver intención donde no existe... para ver patrones donde no existen... y creer en lo que ya creemos o lo que la mayoría quiere creer... y creer lo que otras personas que nos rodean creen... y aferrarse con más fuerza a las creencias en las que hemos invertido tiempo y recursos... y creer lo que nos enseñaron siendo niños... y así sucesivamente.

Esa es la razón de ser del método científico – tal como es aplicado a las preguntas de la historia, así como a las de la física y la biología, etc. Sabemos que nuestras mentes están sesgadas. Es por eso que comprobamos si las cosas que creemos que son verdaderas, con rigurosos estándares de pruebas y evidencias. Es por eso que no "miramos dentro de nuestros corazones" para decidir qué medicamentos usar para tratar el VIH, o quién escribió realmente las obras de Shakespeare, o si la tierra gira alrededor del sol. Podemos mirar dentro de nuestros corazones para decidir cuestiones subjetivas de lo que es la realidad personal para nosotros – donde vivir, qué trabajo debemos tomar, ¿a quién amamos, etc. pero cuando se trata de cuestiones de lo que es realmente cierto en la mundo externo y no subjetivo (como la existencia de Dios y lo que piensa y quiere) ... si nos fijamos en nuestros corazones, para responder a estas preguntas, entonces ¿cómo sabemos que lo que está en nuestro corazón está bien y lo que está en el corazón de nuestro prójimo es incorrecto?

Eso es lo que pasa al "mirar dentro de tu corazón" para decidir cuál de las “cerezas” de tu religión es de las buenas y sabrosas que debes engullir, y cuál es de las desagradables, podridas y envenenadas que debes evitar a toda costa. Los creyentes tienden a pasar por alto convenientemente el hecho de que otros creyentes están buscando igual de profundamente en sus corazones... y vienen con las respuestas exactamente opuestas a estas preguntas. Algunas personas creen sinceramente que Dios quiere que el matrimonio sea estrictamente entre un hombre y una mujer, otros creen sinceramente que Dios quiere que el matrimonio sea entre dos personas que se aman y quieren hacer un compromiso de por vida. Algunas personas creen sinceramente que Dios creó al hombre y la mujer en pie de igualdad, para vivir su vida como mejor les parezca, otros creen sinceramente que Dios creó al hombre y la mujer con roles radicalmente diferentes en la vida, y que la el papel divinamente ordenado de la mujer es el de estar subordinada a los hombres. Etc. Etc. Etc.

Y no hay manera de saber cual de ellos tiene razón.
Y esto —como he dicho antes y sin duda diré de nuevo— es el problema fundamental con la idea de la fe religiosa: no hay comprobación de la realidad. El árbitro final es un ser invisible, inaudible, intangible, en cuya naturaleza y atributos nadie se pone de acuerdo, y cuyas decisiones no tenemos modo de conocer hasta que muramos. Y el único modo de “saber” lo que piensa este ser es, o confiar en la palabra de gente que jura haber hablado con él directamente, o cerrar los ojos y pensar profundamente diciéndonos a nosotros mismos que las voces que oímos en nuestras cabezas y nuestros sentimientos son provocados por nuestro amig

...sentimientos son provocados por nuestro amigo invisible.

En este punto, muchos creyentes moderados sin duda protestarán. Dirán que sí, que ellos resuelven estas difíciles cuestiones de bien o mal, verdadero o falso, siguiendo sus observaciones y experiencias e instintos, y seleccionando las ideas que les parecen correctas. ¿Acaso no hacen los ateos lo mismo? Los ateos no siguen ciegamente las enseñanzas de San Dawkins o San Hitchens — aceptamos las ideas que tienen sentido para nosotros, y rechazamos las que no. ¿Por qué somos tan críticos con los creyentes que seleccionan a conveniencia sus textos sagrados? ¿Cuál es la diferencia?

Ahí está el punto. Hay una gran diferencia entre los ateos seleccionando partes útiles y plausibles de un texto secular... y los creyentes seleccionado partes útiles y plausibles de un texto religioso.
La diferencia es que los ateos no meten a dios en la ecuación. Cuando los ateos tienen desacuerdos —con los demás, con los escritores que admiramos, con nosotros mismos en nuestra larga y oscura noche de desalmados— no nos decimos que dios está de nuestro lado. Desde luego, a menudo tomamos decisiones basadas en intuición e instinto, somos seres humanos, estamos programados para hacer eso. Pero sabemos que eso es lo que estamos haciendo. Sabemos, cuando examinamos nuestro corazón y nuestra guia moral, que estamos hablando con nuestro propio cerebro, nuestro propio y sesgado, lleno de faltas y humano cerebro. No le decimos a nadie que nuestras intuiciones e instintos son momentos de profunda conexión con lo divino y que la voz en nuestra cabeza es la voz de dios.

Y eso hace una gran diferencia.
Si tu vas a usar tu propia mente y tu propia conciencia para decidir lo que está bien o mal, lo que es verdadero o falso, ¿para qué necesitas a dios? ¿para qué necesitas un texto sagrado escrito cientos o miles de años atrás por gente que afirma haber hablado con dios? ¿por qué no eliminar el intermediario? ¿por qué no entender que simplemente estas usando tu propia mente y tu propia guia moral, tal como evolucionaron durante millones de años, increíble y defectuosa, brillante y estúpida, engañada y perspicaz?

Una vez mas, lo digo: si eres capaz de entender que estás confiando en tus propias observaciones y experiencias para decidir lo que es verdadero y cómo actuar, informado por la mejor evidencia que puedes encontrar... puedo trabajar contigo, y compartir un planeta contigo, mucho mas fácilmente que con fundamentalistas que insisten en que un texto de filosofía e historia de la edad del hierro internamente contradictorio, enormemente impreciso y moralmente repugnante es la palabra perfecta de un creador omnipotente.
Podemos trabajar juntos. Podemos salir juntos. Podemos luchar juntos por la separación de iglesia y estado. Podemos emborracharnos juntos y analizar incoherentemente la letra de “Bad Romance”. Pero yo continuaré señalando que estás seleccionando a conveniencia los principios de tu fe y que no tienes ninguna base para hacerlo. Seguiré señalando que no tienes ninguna base para pensar incluso que dios existe, mucho menos para afirmar que aprueba personalmente aquello que estás seleccionando.

Y seguiré señalando que tu selección a conveniencia es un apoyo a la idea de la fe religiosa, a saber, la idea de que es razonable e incluso virtuoso creer cosas de las que no tenemos razón alguna para pensar que son ciertas. Seguiré señalando que esa idea está entre las mas dañinas que la humanidad haya inventado. Y seguiré pidiéndote, la próxima vez que examines tu guía moral, que consideres si esta es una idea que quieras apoyar.