En los años 70 parecía que el sueño de obtener energía limpia y barata de forma ilimitada estaba a la vuelta de la esquina. Una red de estaciones espaciales captarían la luz solar para suministrar casi toda la energía necesaria para nuestra civilización. La mayoría de estos proyectos desaparecieron con el final de la crisis del petróleo, pero el sueño de una fuente de energía limpia e inagotable en el espacio sigue vigente. Y Rusia quiere aprovecharla.
Comentarios
Nunca he entendido estos proyectos para recolectar energía solar en el espacio. Si la estación está fija, que sería lo normal, la única ventaja es la ausencia de nubes y un poco más de radiación solar, a cambio de una degradación mayor de las células y un coste muy superior.
Se me dirá que es suficiente, pero no. Con el coste que tenemos para enviar todo eso a tiempo, las ventajas son mínimas y siempre lo serán. No creo que nunca nadie se haya tomado en serio estos planes.
#6 La cuestión es que estos proyectos que difícilmente se van a llevar a cabo pueden conseguir innovaciones para la fotovoltaica terrestre.
#7 Y por eso, en mi opinión, la noticia merece un meneo
#6 ¿Y si en lugar de células fotovoltaicas se usara la solar térmica?
Sin una atmósfera "moderadora" las diferencias de temperatura entre una superficie expuesta al sol y una a la sombra son brutales. Un gradiente así puede ser aprovechado sin mayores inconvenientes y la tecnología implicada no sería más que fontanería en órbita.
#8 Eso es infinitamente peor. Porque la fotovoltaica convierte directamente la luz en electricidad, pero la solar térmica tiene un peso y un mantenimiento inasumible.
#9 Para lo que dice #8 son preferibles las celulas peltier que transforman esa diferencia de temperatura en electricid.
#6 Totalmente de acuerdo. Si se quiere más luz usar concentración.
#8 Es una buena idea, pero no funciona (no bromeo, la idea es buena).
Mucho gradiente en principio pero poca disipación del calor, el gradiente se pierde inmediatamente. (es como un vaso térmico, está en el vacío).
Como fumada de una tarde de domingo que llueva está bien, pero siempre fallan en lo mismo: La energía hay que transportarla, y los sistemas propuestos para ello tienen una eficiencia prácticamente nula.
A mi me mola lo de enviar la energía a la tierra con haces de microondas. Un golpecito imprevisto, se desvía la antena unos 15 grados y ... zasca, te has cargado la catedral e Viena.
#3
Precisamente de eso hablaba la historia de Asimov. Un robot se vuelve loco y como piensa que su misión es controlar el haz, lo hace mejor que nadie.
#4 la he leído.
Me recuerda una de las historias de robots de Asimov en el que estaciones espaciales transmitían energía a la Tierra.
El secreto de esta tecnología:
«Ставка на солнечную энергетику должна рассматриваться как беспроигрышный »