Traducción (sin revisar a fondo):

“¿Por qué quiere saber usted el nombre de mis padres?” Esta es la pregunta que he hecho más de una vez, y más de dos, cuando me cogen el carné de identidad, por ejemplo en el control de entrada de unas oficinas o en el momento de hacer algún trámite administrativo. Qué manía hay en este país de pedir el DNI, y de reproducirlo y, en algunas ocasiones, incluso de retenerlo como garantía de que cumplirás con alguna obligación! “¿Por qué quiere saber cuando me caduca el DNI?” he preguntado también en otras ocasiones cuando veo que me lo cogen y se preparan a pasarlo por la escáner.

Pensará el lector que soy un impertinente con esta actitud, y seguramente no le falta razón, pero soporto muy mal este acto de autoridad o de control que se me aplica, se nos aplica, innecesaria y muy a menudo inadecuadamente. Últimamente observo que la manía de digitalizar el DNI se ha incrementado gracias al abaratamiento de aparatos que digitalizan muy rápidamente el carné por las dos caras. Los aparatos permiten procesar la imagen obtenida y recuperar y tratar toda la información con tecnología OCR generando una fantástica base de datos que casi nunca cumple la normativa de protección de datos, como explicaré más adelante. Estamos hablando de una práctica que obviamente no es culpa de las personas que tienen que llevar a cabo estas operaciones de control y de reproducción, sino de quien los ha dado instrucciones en este sentido, instrucciones, repito, erróneas y que comportan actuaciones legalmente incorrectas. comento seguidamente las principales.

## El DNI se mira pero (casi) no se toca
El DNI es un carné obligatorio para los más grandes de 14 años, que es suficiente para acreditar la identidad de una persona. La Ley Orgánica 1/1992, al arte. 9 describe los datos que contiene y ya hace una primera referencia al derecho a la intimidad. Seguidamente aclara que nadie, excepto en los casos expresamente previstos por la Ley, nos lo puede retener o guardar como prenda: “El Documento Nacional de Identidad (…) es intransferible, correspondiendo a su titular la custodia y conservación, sin que pueda ser privado del mismo, ni siquiera temporalmente (…)”. Nos pueden, por lo tanto, coger el DNI un momento para anotar mejor algún dato en presencia nuestro, pero no retenerlo ni tenerlo en otro lugar fuera de nuestro control.

## ¿Enseñarlo siempre?
Las normas prevén casos específicos en los que hay que enseñar el DNI. De forma general habrá que exhibirlo siempre que lo pida “la autoridad o sus agentes” (RD 1553/2005, arte. 2.2). A falta de una norma que lo habilite es más que discutible que nos obliguen a exhibirlo y sobre todo que nos lo reproduzcan sin más.

## En el momento de entrar a un edificio
Por razones de seguridad los responsables o propietarios de un inmueble o de unos locales pueden pedirnos que nos identificamos y, por lo tanto, que enseñamos el DNI. En todo caso este control se tiene que efectuar respetando plenamente la normativa de protección de datos, por lo cual no es correcto proceder sistemáticamente a la digitalización del carné. Tiene sentido recoger los datos identificativos mínimos (nombre y apellidos y número de DNI), pero no tiene ningún sentido recoger las restantes. Obtener y conservar estos datos incumple el principio de proporcionalidad establecido al arte. 4 LOPD. Los datos objetas de tratamiento, por lo tanto también las recogidas en el control de accesos, tienen que ser adecuadas, pertinentes y no excesivas. Es obvio que conservar determinadas datos, como por ejemplo nuestra imagen o el nombre de nuestros padres, incumple este principio. Por otro lado, la recogida de los datos (anotarlas o digitalizarlas) se tendría que hacer informando al afectado en los términos previstos al artículo 5 LOPD: quién se hace responsable, si se cederán, como ejercer los derechos…

## Se pueden conservar los datos del DNI?
Volvemos al caso frecuente de la recogida de los datos del DNI en el momento de acceder a unos locales. Reiteramos la necesidad de cumplir la normativa de protección de datos y, en este sentido, es oportuno recuperar una antigua Instrucción de la Agencia Española de Protección de Datos que da orientaciones claras sobre esta cuestión. En primer lugar destacamos que los datos recogidos constituyen un fichero de datos de carácter personal que hay que crear formalmente y declarar al Registro de Protección de Datos correspondiente. Obviamente estos datos se tienen que conservar de forma segura, sólo accesibles a las personas que necesiten consultarlas. Por otro lado, los datos se tienen que cancelar (bloquear o archivar) en el plazo máximo de un mes, pasado el cual se tienen que tener a disposición de las administraciones o los tribunales (arte. 16.3 LOPD).
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Si usted hace memoria de las últimas veces que le han recogido y copiado el DNI seguro que llegará a la conclusión que no han seguido estas indicaciones. Recoger datos del DNI y, sobre todo, digitalizarlo es una decisión que se tiene que valorar sin dejarse influir por atractivas ofertas de aparatos o por las sugerencias de una empresa de seguridad. Hay que valorar en qué casos es efectivamente necesario y justificado. Hacerlo sin más ni más y sin cumplir las pautas que acabamos de citar puede comportar serios problemas. Recordamos un golpe más esta célebre máxima: “el dato que seguro no te traerá problemas es el que no tienes”.