Publicado hace 10 años por marihuanO a elblogderaskolnikov.blogspot.com.es

En la cafetería de un improvisado tanatorio, varios poderosos que en público se declaran enemigos, toman ginebra y acuerdan cómo dejar todo atado y bien atado. Primero han besado a los hijos; después han lamentado que la memoria y la mala salud se hayan cebado con una familia ejemplar; a continuación han lanzado loas al difunto; y, por último, se han retirado a aquel reservado para tomar posiciones.