Madrid, 13 feb (EFE).- Hasta el último momento el escritor y economista José Luis Sampedro no de dejó de leer y anotar sus pensamientos y reflexiones, fruto de ello es "Sala de espera", el libro póstumo del humanista, con material inédito de su archivo personal, que se publicará a primeros de abril.. Noticias, última hora, vídeos y fotos de Literatura en lainformacion.com
De los pocos que se expresó con dos huevos frente a la castuza política , de los pocos que nos contó verdades como puños sobre la estafa. Grande entre los grandessssssssssssssssss.
#1 Y de los pocos valientes que se negaba al dogmatismo neoliberal como única salida. Un intelectual de la izquierda moderna. Los intelectuales de la derecha llevan acogiéndose al discurso anticomunista y procapitalista mas de un siglo sin renovarse.
Este señor era la prueba de que en España tenemos gente sobradamente preparada y comprometida como para llevar las riendas del país.
Desgraciadamente con el gobierno ocurre lo mismo que con las asociaciones de vecinos: en todas las barriadas viven jueces, abogados, ingenieros, etc... pero el presidente, el vicepresidente y el tesorero son siempre los menos preparados para sus cargos.
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De los pocos que se expresó con dos huevos frente a la castuza política , de los pocos que nos contó verdades como puños sobre la estafa. Grande entre los grandessssssssssssssssss.
#1 Y de los pocos valientes que se negaba al dogmatismo neoliberal como única salida. Un intelectual de la izquierda moderna. Los intelectuales de la derecha llevan acogiéndose al discurso anticomunista y procapitalista mas de un siglo sin renovarse.
#2 Que intelectual de derechas??? No creo que exista ninguno.
Este señor era la prueba de que en España tenemos gente sobradamente preparada y comprometida como para llevar las riendas del país.
Desgraciadamente con el gobierno ocurre lo mismo que con las asociaciones de vecinos: en todas las barriadas viven jueces, abogados, ingenieros, etc... pero el presidente, el vicepresidente y el tesorero son siempre los menos preparados para sus cargos.
Da que pensar que alguien destaque tanto entre sus colegas por el simple hecho de ser honesto y coherente con sus ideas.