Publicado hace 9 años por japego a themaskedlady.blogspot.com.es

Cuando los romanos se disponían a fundar una ciudad, era preciso llevar a cabo ciertas ceremonias religiosas para invocar la protección de los dioses, una antiquísima tradición heredada de los etruscos y que recibía el nombre de inauguratio. Este término proviene del augur, a quien era preceptivo consultar para asegurarse de haber elegido el lugar adecuado. El augur procedía primero a la contemplatio, observando el cielo desde un punto elevado y alerta a cualquier señal divina que pudiera ser enviada.