Hace 9 años | Por PrimeraEtapa a yorokobu.es
Publicado hace 9 años por PrimeraEtapa a yorokobu.es

legamos al restaurante de moda. No había resultado fácil reservar mesa, pero aquel día era especial y mereció la pena esforzarse por conseguir un hueco para una velada en la intimidad. Luz tenue y la música de un piano acariciado con mimo en alguna esquina del local presagiaban un cara a cara muy cercano y lleno de afecto. Pero mientras ojeábamos los manjares de la carta, elevamos la mirada para observar con horror una estampa tristemente cada vez más frecuente: nuestra media naranja tenía el rostro iluminado, pero no por la pasión del momento

Comentarios

anor

"De hecho, pronto nos dimos cuenta de que compartimos la velada con un terminal electrónico que cada vez ocupa más espacio en nuestras vidas. WhatsApp, Instagram, Twitter…cualquier excusa es buena para desviar la atención del aburrido mundo que nos rodea para zambullirnos en la magia de cartón piedra de un mundo irreal, con amigos a los que realmente no conocemos y a los que, sin embargo, dedicamos más tiempo que a los que son amigos de carne y hueso desde hace años"

No somos conscientes de impacto de esta tecnologia en nuestras vidas y en nuestras relaciones, es muy grande. Sin embargo tampoco somos conscientes del efecto negativo de por ejemplo determinadas ideas. Quiza la tecnologia no tendrian ese impacfo si nuestra forma de pensar y nuestro sistema de valores fuera diferente.

E

a mi me pone de una mala hostia...