Que su suegra y el amuleto no tuvieron nada que ver es evidente, pero la creencia en el amuleto le dió seguramente más confianza en sí misma y le permitió estar más tranquila y pensar más rápidamente.
Yo también tengo algún objeto que por lo que sea me aporta tranquilidad y me da "buena suerte" a pesar de que no creo en la suerte ni en el más allá ni nada sobrenatural, pero sin embargo, tengo una vieja cinta de la Virgen del Pilar que siempre que tengo un examen o una entrevista de trabajo viene en mi bolsillo, es una necedad y lo sé pero me tranquiliza llevarla.
Si no me siento como si me hubiese dejado el anillo en casa o el reloj. a lo mejor soy una completa necia, o simplemente humana.
Me encanta este tío, es brutal. Parece mentira que una columnita de crítica de TV al final del periódico suela ser el mejor artículo de opinión del mismo.
Yo creo que los espectaculares finales de los concursos donde superan pruebas dificilísimas sin un solo fallo tienen una explicación mejor: T O N G O.
No digo que se amañen los concursos para que alguien se lo lleve crudo a casa, sino que los concursos buscan la espectacularidad. Hay varios testimonios en la red:
antes de la grabación de cada concurso, su redactora, Marta Aguilar, se reúne con los tres concursantes para recordarles las normas y la dinámica del concurso y también – y aquí viene lo grave – para decirles a cada uno de ellos… ¡tres respuestas de las preguntas que les van a hacer a continuación en la fase de “Cada sabio con su tema”! Se trata de tres respuestas para cada uno, lo que de entrada ya es injusto para los propios concursantes – pues alguno puede saber esas respuestas, mientras otros no -, pero sobre todo, constituye un gran engaño para la audiencia. ¿Por qué, en dónde reside el engaño? Pues muy fácil, de este modo se ofrece a los espectadores una imagen aumentada y engañosa de la cultura real de los concursantes
Comentarios
Menos competencia para el Punto G.
Que su suegra y el amuleto no tuvieron nada que ver es evidente, pero la creencia en el amuleto le dió seguramente más confianza en sí misma y le permitió estar más tranquila y pensar más rápidamente.
Yo también tengo algún objeto que por lo que sea me aporta tranquilidad y me da "buena suerte" a pesar de que no creo en la suerte ni en el más allá ni nada sobrenatural, pero sin embargo, tengo una vieja cinta de la Virgen del Pilar que siempre que tengo un examen o una entrevista de trabajo viene en mi bolsillo, es una necedad y lo sé pero me tranquiliza llevarla.
Si no me siento como si me hubiese dejado el anillo en casa o el reloj. a lo mejor soy una completa necia, o simplemente humana.
Me encanta este tío, es brutal. Parece mentira que una columnita de crítica de TV al final del periódico suela ser el mejor artículo de opinión del mismo.
Yo creo que los espectaculares finales de los concursos donde superan pruebas dificilísimas sin un solo fallo tienen una explicación mejor: T O N G O.
No digo que se amañen los concursos para que alguien se lo lleve crudo a casa, sino que los concursos buscan la espectacularidad. Hay varios testimonios en la red:
antes de la grabación de cada concurso, su redactora, Marta Aguilar, se reúne con los tres concursantes para recordarles las normas y la dinámica del concurso y también – y aquí viene lo grave – para decirles a cada uno de ellos… ¡tres respuestas de las preguntas que les van a hacer a continuación en la fase de “Cada sabio con su tema”! Se trata de tres respuestas para cada uno, lo que de entrada ya es injusto para los propios concursantes – pues alguno puede saber esas respuestas, mientras otros no -, pero sobre todo, constituye un gran engaño para la audiencia. ¿Por qué, en dónde reside el engaño? Pues muy fácil, de este modo se ofrece a los espectadores una imagen aumentada y engañosa de la cultura real de los concursantes
http://concursostv.blogspot.com.es/2009/12/los-telemanejes-iv-las-mentiras-de.html
¿El Comando G tendría factor G?