La generación de Los Aurones y Los Fruittis fue probablemente la última en la que los niños jugaban a fútbol en la calle, pintarrajeaban las aceras con tiza, llamaban a los timbres de los portales para después salir corriendo, y tomaban un refresco de cola cuando les dolía la barriga. Exceptuando a algunos pocos afortunados, los niños prepokemon no tenían consolas portátiles y cuando iban al parque iban a jugar, es decir, a rasparse las rodillas y a abrirse la cabeza contra columpios de hierro. Sepa algo más de Antoni D´Ocon, su creador.
Comentarios
Los fruitis nunca me hicieron gracia. Pero los airones me encantaba. Sobre todo Poti Poti. Además, a más de uno convertía yo en melón.
Los niños de ahora bla bla bla... Y así desde la época de los griegos.
No digo que Antoni D'Ocon no merezca ser más conocido, pero esas dos series del titular... caca de la vaca.