Esto quiere decir que aunque el cuerpo de Rouco Varela sí estaría descansando, comiendo, durmiendo y copulando en un espacio de 370 metros cuadrados muy bien decorado, su mente no dejaría de tener en ningún momento la estrecha sensación de vivir en la parte de detrás de un pequeño automóvil utilitario. “Es un estado cósmico e incómodo, pero muy reconfortante interiormente”, aclaran desde el arzobispado.
Comentarios
¡Qué ricos los canonicos en la ensalada!
Jó, hasta que no he mirado el link me lo he creído.
Le querían dar un piso de 30 m2, pero se tuvo que ir porque allí no cabía ni Dios
.... y además ahora.... ¡ a rezar en las escuelas ! ¡¡¡¡ el ansia viva!!!!
#1 Y si no te sabes la oración de marras, te darán con la regla en la palma de las manos.