Gran parte de “nuestra” juventud “pasa” de la política y de sus líderes a pesar de los esfuerzos que los partidos hacen para su reclutamiento politizando la vida estudiantil. La “Sociedad Civil” en general ha desaparecido. Solo dos posturas parecen florecer, y las dos muy peligrosas, el inmovilismo y la revolución.