Publicado hace 9 años por Giges a scitechconnect.elsevier.com

De acuerdo con la investigación llevada a cabo por David Nutt en favor del Comite científico independiente sobre drogas (The Lancet 2010), el alcohol es la droga más dañina en Europa (combinando el daño al propio usuario como el provocado a los demás). Los resultados se muestran en la siguiente infografía.

Comentarios

Ripio

#5 Pero dice lo mismo.

Giges

#2 No tiene la misma prespectiva. Incluso metodológica

yoma

Será el consumo de alcohol.

D

No conozco a ningún cocainomano que no sea alcoholico, a ningún porrero que no fume tabaco, pero si conozco a mucha gente que sólo bebe.

Wir0s

#6 Pues yo si conozco a mas de uno que solo fuma yerba.

D

#6 Pues yo conozco MUCHOS cocainómanos que no son alcohólicos y MUCHOS MÁS porretas que no quieren tabaco ni en pintura. Sal del pueblo.

Minha

El típico que no bebe.

Sol y sombra.
Copita de vino
Copita de vino
Carajillo
cervecita

a diario.

alcoholismo.

Arariel

Brindo por ello

D

ahh... desde luego hay estudios realemnte reveladores...

L

Hay mucha hipocresía con el alcohol por el mero hecho de estar legalizado... cada semana nos vanagloriamos de las cogorzas que pillamos recientemente o en tiempos pasados, cuando es una de las drogas más adictivas y destroza-famílias que existen.

Lo considero mucho peor que, por ejemplo, consumir marihuana.

MMMMMMMM

La gente está muy mal informada al respecto del alcoholismo. Por ejemplo, seguro que mucha gente no sabe que el alcohol es un depresivo, y que por esa razón el un agravante en lugar de una solución para personas con trastornos emocionales; o que a una persona alcohólica se le pueden pudrir los pulmones por contacto con el hígado rezumante de alcohol. Pero lo peor de todo es esa dimensión social que tiene el alcohol: la gente desprecia a los alcohólicos por considerarlos débiles, pero luego desprecia también a los que deciden no beber también por considerarlos débiles. Por eso cuesta tanto rehabilitarse del alcoholismo, porque la rehabilitación exige una abstención total (la adicción se dispara de nuevo cuando se vuelve a consumir); así que para muchos de ellos (sobre todo si son varones) implica enfrentarse a una marginación por partida doble: por ser alcohólico y por no beber.