Hace 9 años | Por --471893-- a politicahora.es
Publicado hace 9 años por --471893-- a politicahora.es

El Senado es, muy probablemente, uno de los proyectos constitucionales peor esbozados en los albores de la Transición. Una institución, en principio, para representar a los territorios de España se ha convertido en una cámara de segunda lectura. ¿Qué hacer con el Senado?

Comentarios

D

Actualmente viene a ser una residencia de políticos en estado terminal... que si dejan de chupar del bote un rato lo pasarían mal las criaturitas.

D

Disolverlo y mandar a sus señorías para casa?

Krab

Solución: Convertirlo de verdad en lo que siempre debió ser, una cámara de representación territorial.

¿Cómo? Fácil. Repartes el total de escaños a partes iguales entre las diferentes CCAA, independientemente de su población. De este modo te aseguras de que todas las CCAA tienen el mismo peso y de que las más pobladas no pasan por encima de las más despobladas.
Para el Parlamento se hace a la inversa, se eliminan las circunscripciones y se elige a los diputados en una circunscripcion única estatal, de tal forma que cada voto tenga la misma fuerza independientemente de la región en que viva cada uno. De este modo, evidentemente, las regiones más pobladas tendrán más fuerza, pero se compensa en el Senado.

Se hace que para que una ley sea aprobada deba ser dada por buena en ambas cámaras y así se asegura uno de que ni las más pobladas aplasten a las menos pobladas, ni se da un excesivo poder a regiones minúsculas.
Y si ya se alternan cada dos años las elecciones de Parlamento y Senado, aún mejor, porque así se evita que su composición sea clónica. Si un partido es elegido ganador en el Parlamento y empieza a incumplir promesas, en las elecciones al Senado se le castiga y se impida que actúe como un gobierno dictatorial al evitar que tenga el control de ambas cámaras.


Pero claro, todo esto requiere de voluntad política y democrática.