La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Se trata de un problema mundial que avanza a un ritmo alarmante. Se calcula que hay unos 43 millones de menores de cinco años obesos o con sobrepeso. Ante ésta situación los investigadores se preguntan: ¿Cuáles son las causas?, ¿hay algún culpable? o ¿hasta que punto afecta el entorno?
Y las abuelas aun menos, con sus: "¡Ay, qué hermoso está este niño!". Es lo que tiene que la humanidad (o parte de ella) haya escapado del fantasma del hambre hace apenas tres generaciones.
#2 Mi abuela tenía obsesión con la comida y como mis padres trabajaban me dejaban a su cargo. Si tu ves mis fotos hasta los 8 años estoy gordo porque mi abuela me cebaba de muy mala manera. Cuando tuve suficiente criterio como para decirle que no quería comer más porque no tenía hambre empecé a perder peso y desde entonces me he mantenido en un peso más o menos normal para mi altura. Mi primo, con el que me llevo 11 años siempre ha tenido problemas de sobrepeso y todos lo veíamos, hasta su madre, y sin embargo mi abuela decía que estába muy guapo, no como los demás que estábamos esmirriados. Concretamente a mí me decía muy diplomáticamente que seguía estando muy guapo, pero lo estaba más de pequeño
Eso en parte es cosa de la Sociedad. Se ha pasado de que estar como una sílfide es un problema de salud a que estar gordo es lo normal. Y esto es un problema de que para acabar con la excesiva delgadez se ha pasado al otro extremo. El educar también está en la comida, no hay que olvidar esto.
Los de las abuelas es totalmente comprensible y justificable, ya que su generación vivió con cartilla de racionamiento creo que hasta 1952.
Pero lo de los padres tiene delito. No habiendo problemas genéticos o de tiroides de por medio que predispongan a la obesidad, a mi me daría vergüenza que mi hijo con 5-6 años estuviese como una foca, que denota una falta de responsabilidad de los padres en cuanto a la salud de sus hijos, al darles bollería industrial para desayunar y merendar y cenar para que no protesten.
Comentarios
Y las abuelas aun menos, con sus: "¡Ay, qué hermoso está este niño!". Es lo que tiene que la humanidad (o parte de ella) haya escapado del fantasma del hambre hace apenas tres generaciones.
#2 yo recuerdo a mi abuela "Hijo, no me comes nada!" tras dos platos de alubias con sacramentos... Por que le dije que no quería postre
#2 Mi abuela tenía obsesión con la comida y como mis padres trabajaban me dejaban a su cargo. Si tu ves mis fotos hasta los 8 años estoy gordo porque mi abuela me cebaba de muy mala manera. Cuando tuve suficiente criterio como para decirle que no quería comer más porque no tenía hambre empecé a perder peso y desde entonces me he mantenido en un peso más o menos normal para mi altura. Mi primo, con el que me llevo 11 años siempre ha tenido problemas de sobrepeso y todos lo veíamos, hasta su madre, y sin embargo mi abuela decía que estába muy guapo, no como los demás que estábamos esmirriados. Concretamente a mí me decía muy diplomáticamente que seguía estando muy guapo, pero lo estaba más de pequeño
Y las abuelas ni te cuento, si tu abuela te dice que estás gordo es que ya estás para plantearte hacerte un bypass gástrico.
Ya es complicado se reconozcan la suya propia...
Si cuando habéis acabado de comer uno de tus hijos se lleva en la mano las patatas que le han sobrado al otro, ese niño ¿tiene un problema?.
Si al verlo el padre le dice: ¡deja eso ahí! que ahora te voy a comprar un helado...
¿Se considera un fallo en cadena?
Eso en parte es cosa de la Sociedad. Se ha pasado de que estar como una sílfide es un problema de salud a que estar gordo es lo normal. Y esto es un problema de que para acabar con la excesiva delgadez se ha pasado al otro extremo. El educar también está en la comida, no hay que olvidar esto.
Salu2
Los de las abuelas es totalmente comprensible y justificable, ya que su generación vivió con cartilla de racionamiento creo que hasta 1952.
Pero lo de los padres tiene delito. No habiendo problemas genéticos o de tiroides de por medio que predispongan a la obesidad, a mi me daría vergüenza que mi hijo con 5-6 años estuviese como una foca, que denota una falta de responsabilidad de los padres en cuanto a la salud de sus hijos, al darles bollería industrial para desayunar y merendar y cenar para que no protesten.
Ni la de sus gatos, en todos los casos dicen como Cartman "Está fuertecito" y no. Es lo que hay.