En 2010, tres hermanos accedieron a la porción hereditaria individual que les correspondía por el fallecimiento de su padre, que era idéntica para todos: 841.999,40 €. No ocurría lo mismo con las cuotas a pagar: al primer heredero, el impuesto le supuso el abono de 1.985,96 €; al segundo, un desembolso de 2.184,55 €; y el tercer heredero sufrió la consecuencia “atroz” de que el fisco valenciano se quedara con una ‘entrada’ de 202.210,86 €. ¿Qué justificaba semejante diferencia?
Comentarios
Me alegra leer a Cuartopoder denunciando lo atroz que es el impuesto de sucesiones.
Exigir algo por una herencia no es atroz, es sencillamente un robo.
Así de injusto es. Debería ser lo mismo para todos los españoles y debería ser 0€ igual que los que heredan empresas familiares.
Lo que no se plantea el Fiscal General es la atrocidad de que en España se bonifique el 99% del Impuesto de Sucesiones perpetuando, cómo no, a precio de saldo las mismas castas familiares que llevan décadas "inspirando" la legislación fiscal española.
Si esto lo hicieran en Euskadi o en Cataluña habría otra guerra civil. Esto de la constitución se ve que no es para todos.