Tras contemplar los slogans de las campañas del PP de Madrid defendiendo la educación pública como promesa electoral me surgió la duda de cuántos centros educativos son ‘públicos’ y cuántos privados (‘privados concertados’ o ‘privados’). Para ello he recogido los datos de la web de la Comunidad de Madrid y he decidido publicar una serie de entradas durante estos días con la etiqueta #LaEducaciónEnMadrid sobre estos curiosos datos. Curiosos cuanto menos porque, la mayoría de los centros de educación secundaria de Madrid son de titularidad privad
Leí en no sé dónde un artículo de Rafael Sánchez Ferlosio que decía que las etiquetas de "privado" y "público" se usaban mal. Toda educación decía, en el momento en que se ejerce en un plano impersonal y sistemático, y en un espacio ajeno al familiar, es "pública". En cambio, la que se imparte en un domicilio, y bajo la contratación directa y personal de los padres, es "privada".
Los términos correctos serían "gratuito" y "de pago". Pero "gratuito" no en el sentido de que no haya coste (obviamente), sino en el sentido de que tal coste corra a cuenta del Estado, que ejerce de administrador. Porque no es que los impuestos que se cobran a los padres vayan destinados a costear la educación de sus hijos. Sino que el Estado, recaudando lo mismo del solterón que del adolescente que coge su primer trabajo, emplea luego el erario para proporcionar educación gratuita a todos los niños.
Lo cual no es sólo un matiz léxico: en una educación "pública", el nombre y los afectos de los niños deben ser homogéneos e indiferentes entre sí. Los niños salen por primera vez al mundo, a la sociedad. Y en tal sitio la injerencia de los padres ("lo privado) resulta absurda, torpe y molesta.
Cualquier profesor que me esté leyendo entenderá hasta qué punto la intromisión de los padres en un asunto público entorpece no sólo el trabajo de los profesores, sino la calidad de la docencia. Sólo cuando un profesor se adentra en el ámbito privado (por ejemplo, cuando insulta a un alumno, o le apabulla por razones personales) se rompe el equilibrio en modo contrario.
¡Imaginen que la justicia, que es pública, tuviera que ceder ante la opinión de una madre sufridora!
Lo primero que debería hacer el que saque al PP de la comunidad es rebocar todos los acuerdos con concertada y privada. Si se declaran en quiebra se compran los centros (si no los ha construido la propia comunidad) al peso y se termina el curso para no afectar a los chavales. Una vez terminado, se convocan oposiciones para cubrir todos los puestos y listo.
#4 Yo no soy de Madrid y me ha parecido interesante para todos. Pero bueno, puede ser que tengas razón. Entre lo de IU, ahora Carmena, el PSOE, Aguirre y Cifuentes... La verdad es que está la cosa pesada con Madrid.
La cosa es sencilla. Congelando las oposiciones y con una natalidad en declive, al desmantelar la oferta pública mantienes un suministro aceptable de estudiantes hacia la concertada al no haber otra alternativa en inmensas zonas del panorama madrileño.
Comentarios
Granados puso todo su empeño en ello.
Los de la púnica lo saben bien
Leí en no sé dónde un artículo de Rafael Sánchez Ferlosio que decía que las etiquetas de "privado" y "público" se usaban mal. Toda educación
decía, en el momento en que se ejerce en un plano impersonal y sistemático, y en un espacio ajeno al familiar, es "pública". En cambio, la que se imparte en un domicilio, y bajo la contratación directa y personal de los padres, es "privada".Los términos correctos serían "gratuito" y "de pago". Pero "gratuito" no en el sentido de que no haya coste (obviamente), sino en el sentido de que tal coste corra a cuenta del Estado, que ejerce de administrador. Porque no es que los impuestos que se cobran a los padres vayan destinados a costear la educación de sus hijos. Sino que el Estado, recaudando lo mismo del solterón que del adolescente que coge su primer trabajo, emplea luego el erario para proporcionar educación gratuita a todos los niños.
Lo cual no es sólo un matiz léxico: en una educación "pública", el nombre y los afectos de los niños deben ser homogéneos e indiferentes entre sí. Los niños salen por primera vez al mundo, a la sociedad. Y en tal sitio la injerencia de los padres ("lo privado) resulta absurda, torpe y molesta.
Cualquier profesor que me esté leyendo entenderá hasta qué punto la intromisión de los padres en un asunto público entorpece no sólo el trabajo de los profesores, sino la calidad de la docencia. Sólo cuando un profesor se adentra en el ámbito privado (por ejemplo, cuando insulta a un alumno, o le apabulla por razones personales) se rompe el equilibrio en modo contrario.
¡Imaginen que la justicia, que es pública, tuviera que ceder ante la opinión de una madre sufridora!
Esto también sale en los vídeos sobre lo bonita que es Madritz y lo orgullosos que están los madrileños por la gestión y sacrificio.
Lo primero que debería hacer el que saque al PP de la comunidad es rebocar todos los acuerdos con concertada y privada. Si se declaran en quiebra se compran los centros (si no los ha construido la propia comunidad) al peso y se termina el curso para no afectar a los chavales. Una vez terminado, se convocan oposiciones para cubrir todos los puestos y listo.
Madrileame.net
#4 Yo no soy de Madrid y me ha parecido interesante para todos. Pero bueno, puede ser que tengas razón. Entre lo de IU, ahora Carmena, el PSOE, Aguirre y Cifuentes... La verdad es que está la cosa pesada con Madrid.
La cosa es sencilla. Congelando las oposiciones y con una natalidad en declive, al desmantelar la oferta pública mantienes un suministro aceptable de estudiantes hacia la concertada al no haber otra alternativa en inmensas zonas del panorama madrileño.