El sábado 26 de abril de 1986, el reactor 4 de la planta nuclear de Chernóbil saltó por los aires. 29 años después, el número de víctimas mortales a consecuencia de la radiactividad es incalculable. Además, el sarcófago original se está resquebrajando en torno al núcleo y la radiación se vuelve a escapar. La falta de presupuesto ha provocado que el nuevo no esté listo hasta 2018. La acción política ha conseguido que la influencia de la radioactividad en el aumento de muertes prematuras por cáncer apenas se vea reflejada en las estadísticas.
Comentarios
Por suerte para los perroflautas, los HHPP que han causado estos desastres también sufrirán las terribles consecuencias, ellos y sus familiares, por mucha pasta que tengan, comerán y beberán radiactiviad de Chernobyl y de Fukushima. Es poco consuelo, pero es algo.
#1 No estoy tan deacuerdo contigo, siempre existirán lugares donde la radiación será menor, y los alimentos cultivados ahí costarán un ojo de la cara (solo ellos podrán pagarlos) así como sanidad privada (porque la pública está en demolición) con la cual permitirán prolongar la vida sin sufrimiento durante años....
Ni en eso son iguales los pobres y los ricos...
Como cada vez que veo una noticia de Chernóbil, no puedo más de cantar una alavanza a los heroes que dieron su vida porque Europa no se convirtiera en un vertedero... los Liquidadores....
http://lapizarradeyuri.blogspot.tw/2010/04/los-tres-superheroes-de-chernobyl.html