Publicado hace 8 años por Roi_Xordo a noticiasdelaciencia.com

Las emisiones de carbono globales procedentes de las selvas podrían estar siendo subestimadas debido a que los cálculos no tienen del todo en cuenta a la madera muerta de la tala. Los árboles vivos absorben dióxido de carbono, mientras que los muertos y en descomposición lo liberan. Conocer la proporción de unos con respecto a otros es importante para determinar si una gran superficie de selva es una fuente emisora de dióxido de carbono, o un “desagüe” que ayuda a absorberlo desde la atmósfera.

Comentarios

pablisako

Cuando talan un árbol, lo pelan, dejando las ramas in situ. Aquí en Cantabria, hacían lo mismo con los eucaliptos. Pero, desde hace unos pocos años, cogen todas las ramas, hacen fardos, y lo llevan a una central de biomasa para producir electricidad. La opción es buena, pero una mucho mejor sería hacer pellets para calefacción, cocina.