Lo hizo en el caso de un hombre que lleva más de 20 años en estado vegetativo. Pidió que se suspendan las medidas que prolongan artificialmente su vida.
#8 Tienes razón, pero hasta hace muy poco no había tantos problemas en la última frontera de la vida como ahora: la gente se moría y punto.
No había tantos casos diferentes de estados vegetativos que duraran el tiempo suficiente como para generar un problema, ni tantos medios para prolongar "la vida"/mantener estables las constantes vitales.
Tampoco había tantos casos de gente con enfermedades degenerativas o de otro tipo que llegaban a estadíos tan avanzados, porque no existían los medios para ello.
Hasta hace 2-3 siglos, la única forma de saber seguro que alguien se había muerto era ver los primeros signos de descomposición y no era extraño escuchar historias de muertos enterrados vivos.
Y es ya pasada la segunda mitad del siglo XX (casi ayer) que aparecen los primeros respiradores y los cuidados intensivos. Y es pocos años después cuando empiezan a aparecer problemas legales por la certificación de la muerte neurológica, por ejemplo para transplantes.
Y poco a poco se ha ido complicando el problema con más casos diferentes. Por ejemplo, esas personas a las que se les prolonga la vida sin que ellas lo quieran realmente.
En definitiva, hay que legislar, por supuesto, pero el problema es mucho más reciente de lo que parece y los dilemas morales que se presentan no son del tipo "blanco o negro".
#1 A mí también (tanto en este tema de "desconectar a alguien que lleva 20 años en estado vegetativo" como en otras situaciones más duras... pero no me parece nada fácil de legislar en este tema
#4 El derecho a una vida digna debe incluir todos los aspectos de esta: libertad, alimento, educacion, salud, felicidad infantil, vivienda, etc. La muerte es un "paso" más de la vida, y si esta es digna la muerte ha de serlo de la misma forma.
Que no es fácil de legislar (#3) es indiscutible, pero no se puede negar la necesidad de tener que hacerlo y mirar para otro lado.
#3 El problema es que, según he leído, hay tres tipos de coma, uno de ellos el falso coma o síndrome del encarcelamiento, impide todo movimiento voluntario pero el paciente está consciente, como Martin Pistorius que pasó así 15 años y tras "despertar del coma" (no sé como se dice a salir de ese estado) escribió el comic "Ghost boy", contando su experiencia. http://www.martinpistorius.com
#9 hay muchos casos difíciles en la frontera entre la vida y la muerte. Hablando de síndromes de cautiverio he recordado una peli muy buena: la escafandra y la mariposa http://www.filmaffinity.com/es/film632121.html
Los límites de la teoría son mucho más claros que los de la realidad. Y hay muchas consideraciones éticas que tener en cuenta (sobre todo, sobre todo, el deseo del propio enfermo independientemente del deseo de la familia...y no suele ser fácil cuando estos deseos están claros y no coinciden )
Comentarios
#8 Tienes razón, pero hasta hace muy poco no había tantos problemas en la última frontera de la vida como ahora: la gente se moría y punto.
No había tantos casos diferentes de estados vegetativos que duraran el tiempo suficiente como para generar un problema, ni tantos medios para prolongar "la vida"/mantener estables las constantes vitales.
Tampoco había tantos casos de gente con enfermedades degenerativas o de otro tipo que llegaban a estadíos tan avanzados, porque no existían los medios para ello.
Hasta hace 2-3 siglos, la única forma de saber seguro que alguien se había muerto era ver los primeros signos de descomposición y no era extraño escuchar historias de muertos enterrados vivos.
Y es ya pasada la segunda mitad del siglo XX (casi ayer) que aparecen los primeros respiradores y los cuidados intensivos. Y es pocos años después cuando empiezan a aparecer problemas legales por la certificación de la muerte neurológica, por ejemplo para transplantes.
Y poco a poco se ha ido complicando el problema con más casos diferentes. Por ejemplo, esas personas a las que se les prolonga la vida sin que ellas lo quieran realmente.
En definitiva, hay que legislar, por supuesto, pero el problema es mucho más reciente de lo que parece y los dilemas morales que se presentan no son del tipo "blanco o negro".
#10 Ésa la vi. Un tanto agridulce, pero muy valente. Me gustó.
Me parece algo básico
#1 Tan básico que nosotros no lo tenemos.
#1 A mí también (tanto en este tema de "desconectar a alguien que lleva 20 años en estado vegetativo" como en otras situaciones más duras... pero no me parece nada fácil de legislar en este tema
#4 El derecho a una vida digna debe incluir todos los aspectos de esta: libertad, alimento, educacion, salud, felicidad infantil, vivienda, etc. La muerte es un "paso" más de la vida, y si esta es digna la muerte ha de serlo de la misma forma.
Que no es fácil de legislar (#3) es indiscutible, pero no se puede negar la necesidad de tener que hacerlo y mirar para otro lado.
#3 El problema es que, según he leído, hay tres tipos de coma, uno de ellos el falso coma o síndrome del encarcelamiento, impide todo movimiento voluntario pero el paciente está consciente, como Martin Pistorius que pasó así 15 años y tras "despertar del coma" (no sé como se dice a salir de ese estado) escribió el comic "Ghost boy", contando su experiencia. http://www.martinpistorius.com
#9 hay muchos casos difíciles en la frontera entre la vida y la muerte. Hablando de síndromes de cautiverio he recordado una peli muy buena: la escafandra y la mariposa http://www.filmaffinity.com/es/film632121.html
Los límites de la teoría son mucho más claros que los de la realidad. Y hay muchas consideraciones éticas que tener en cuenta (sobre todo, sobre todo, el deseo del propio enfermo independientemente del deseo de la familia...y no suele ser fácil cuando estos deseos están claros y no coinciden )
creo que tardaremos menos en reconocer el derecho a la muerte digna que el derecho a la vida digna...
Lo que tenían es acabar de una vez con todos los tocapelotas y moralistas de lo ajeno...
Bueno,poco a poco. Algún día la vida digna
que quereis que os diga yo prefiero el derecho a una vida digna lo de la muerte ya me la va pelando un poco