A sus 75 años, el semiólogo Paolo Fabbri (Rimini, 1939) conserva su pasión por deconstruir el mundo que le rodea. Esa curiosidad lo ha llevado a estudiar las formas de discurso violento que no se incluyen en el área académica pero que son parte de la realidad. Su fascinación por el lado oscuro de la comunicación raya lo mórbido.
Prefiero algo claro, conciso y veraz, para poder crear mi propia opinión, que un periodismo de artículo denso en el que me están vendiendo opinión en vez de información.
La interpretació personal de lo que ha ocurrido no puede ni deber ser sustituido por una interpretación también subjetiva del periodista.
Como mucho, en la sección de opinión puede aportar su punto de vista para ver enfoques distintos, pero tienen la puta costumbre de mezclar información con opinión desde el mismo titular.
No necesitamos esa mierda.
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Prefiero algo claro, conciso y veraz, para poder crear mi propia opinión, que un periodismo de artículo denso en el que me están vendiendo opinión en vez de información.
La interpretació personal de lo que ha ocurrido no puede ni deber ser sustituido por una interpretación también subjetiva del periodista.
Como mucho, en la sección de opinión puede aportar su punto de vista para ver enfoques distintos, pero tienen la puta costumbre de mezclar información con opinión desde el mismo titular.
No necesitamos esa mierda.
La información recocinada tampoco.