Hace 8 años | Por Redmag a culturamas.es
Publicado hace 8 años por Redmag a culturamas.es

Leído así, sin previa explicación, este texto no parece tener demasiado sentido. Sin embargo, nos concierne a todos. ¿Acaso ninguno de vosotros ha sentido alguna vez la terrible opresión de un domingo por la tarde, esa sensación de muerte momentánea que suele sobrevenir en invierno cuando las farolas comienzan a encenderse, a eso de las seis, y por las calles solo circulan parejas salidas del cine e individuos solitarios junto a sus perros?

Comentarios

Walldrop

Siempre me acuerdo de este fragment de la guía para el autoestopista de la galaxia:

Wowbagger el Infinitamente Prolongado era - es, en realidad - uno de los poquísimos seres inmortales del Universo.
Los que nacen inmortales saben superar el problema de manera instintiva, pero Wowbagger no se contaba entre ellos. El caso es que había llegado a odiar a todos aquellos serenísimos hijoputas. Había adquirido la inmortalidad de manera involuntaria, por un lamentable accidente con un estúpido acelerador de partículas, un almuerzo líquido y un par de gomas elásticas. Los detalles precisos del accidente carecen de importancia, pues nadie ha logrado jamás reproducir las circunstancias exactas en que ocurrió, y al intentarlo muchos han acabado con un aire de suma idiotez, o muertos.
Wowbagger cerró los ojos con expresión cansada y sombría, puso un jazz ligero en el estéreo de la nave y pensó que podía haberlo logrado de no haber sido por las tardes de domingo; sí, lo habría conseguido.
Para empezar, era divertido, se lo pasaba bien viviendo peligrosamente, corriendo riesgos, ganando una fortuna con inversiones muy productivas a largo plazo, y en general sobreviviendo mucho a todo el mundo.
Al final, lo que no podía soportar eran las tardes de domingo y esa horrible apatía que empieza a presentarse hacia las tres menos cinco, cuando se es consciente de que ya se han tomado todos los baños útiles posibles, de que por mucho que se mire a cualquier párrafo determinado de los periódicos nunca se llegará a leerlo de verdad ni a utilizar la nueva y revolucionaria técnica de poda que describe, y de que, mientras se mira el reloj, las manillas se mueven implacables hacia las cuatro y uno entra en la larga y sombría hora del té del alma.

http://kamita.com/misc/galaxy/La.vida.el.universo.y.todo.lo.demas.htm

elgranpilaf

El de Camps?