#6 Bueno yo lo veo bien, ciertamente a excepción de esa frase de los guardia civiles.

En Galicia fue muy curioso, o al menos en mi zona vigo que es lo que más conozco. El tabaco entraba por todos lados no solo por Arosa, se permitía y ciertamente se miraba para otro lado en aduanas por un pellizco, se vendía en todos lados, bares, quioscos y demás, aunque curiosamente de vez en cuando caía alguna inspección de aduanas a los vendedores al publico, eso si poco más que no lo tuvieras a la vista ya se pasaba la inspección.

Yo recuerdo haber volcado un coche, con una caja de tabaco (no recuerdo cuantos cartones traía pero eran bastantes), y quedar todos desparramado por la carretera, y mientras llegaba la grúa la policía local ayudándome a recoger todos los cartones de la carretera para meterlos en otro coche que me había venido a buscar


En los 80/90 el consumo de hachis y aun ahora (aunque en los 90 veías consumo de porros por todos lados) en Galicia/Vigo disfrutábamos de la pseudo-legalización, habia unos cuantos se puede decir coffe-shops, te pedías tu cafe o cerveza y te fumabas el porrito tranquilamente, y siempre había quien vendía (no el dueño). Las campanas que se formaban en esos locales era impresionante, muchas veces veías el dragón del humo salir por la puerta nada más llegar, cantaba a kilómetros . Se de buena tinta que la secreta pasaba de vez en cuando a observar el percal por alguna denuncia pero nunca se metían, si no había drogas duras ni lios ni nada pasaban del tema.

Con la ley del tabaco eso se acabo, al menos dentro, curiosamente por el tabaco empezaron a meter caña, aunque aun quedan sitios que te lo liás dentro sin el que dueño diga nada y vas a fumarlo fuera.

Los parques en los aledaños de los institutos nos juntábamos grupos en los descansos a fumar porros, sin importar que hubiera comisaria a 100 metros o lo que fuera, se fumaba donde se quisiera y rara vez la policía se metía.

Luego pasaba lo que pasaba, te ibas a otra comunidad y esa costumbre de fumar como si fuera legal e jugaba malas pasadas, malas caras y alguna que otra denuncia.