Hace 8 años | Por --349771-- a iniciativadebate.org
Publicado hace 8 años por --349771-- a iniciativadebate.org

Con lo que queramos afear la fulgurante transformación de Podemos en lo que es ahora, lo que tampoco podemos negar por obvio, es que si no hay un voto masivo a favor del partido de Iglesias, Errejón y Bescansa, nos enfrentamos a un nuevo Parlamento con otro 80% ultraneoliberal. No importa si lo suman PP y PSOE o si lo hacen junto al Ciudadanos de Rivera. El caso es que si no queremos tragar cuatro años más de tratamiento con aceite de ricino –in crescendo–, la lógica dicta que deberíamos ser pragmáticos y apostar por lo que pudiera ser...

Comentarios

Anikuni

#1 Eso sumado a las intoxicaciones que son burdas mentiras

Hay que ponerse las pilas y hacer la campaña para tener el gobierno que nos merecemos

D

#1 Algo que siempre ha diferenciado al votante (del no votante) es que se cree la pantomima de las elecciones.

No digo que no pudiese yo llegar a votar a una confluencia para echar a los mangantes, con consciencia y sin liderazgos. Pero si ese no es el objetivo, no necesito un representante en el parlamento. Labordeta ya dijo todo lo que de mi parte había que decir en ese sitio. Y no es el único que ha hablado allí con claridad. Pero está claro que el congreso no es un lugar de debate donde triunfan los argumentos y las ideas.

angelitoMagno

Todos los que no piensan como yo, son ultraneoliberales.
Propaganda goebeliana no, gracias.

D

La cuestión es que el problema de esa mentalidad es precisamente la que nos ha llevado a la situación en la que estamos. De acuerdo, por un lado es evidente que es casi una negligencia permitir ya sea directa o indirectamente que tengamos otra legislatura más con la que gente que nos ha llevado hasta aquí, y eso probablemente signifique votar a la opción con más posibilidades antes que abstenerse o cualquier otra opción, pero no hay que olvidar que la fidelidad con la que muchos siguen votando a esos mismos partidos tradicionales proviene precisamente de ese «los otros son peores» sumado a esa misma estrategia del voto útil y del mal menor. El lema marhuendil de «si vienen los de la izquierda radical [todo lo que no sea el PP] se hunde el país» aplicado a las ideologías propias.

Se empieza disculpando fallos poco importantes porque «los fallos de los otros son mucho peores» y se acaban disculpando auténticas burradas, pues en el momento en que uno empieza a olvidarse de que el motivo por el que votaba a ese partido era en buena parte por una postura crítica con las malas prácticas en la política, se acaba entrando en una posición de progresiva laxitud donde se acaba en un punto muy lejano del que se comenzó, donde la identidad y el rumbo se han perdido completamente. Lo que ha ocurrido con el PSOE desde que comenzó la transición, sin ir más lejos.

No se trata de abandonar a la primera de cambio o perder las oportunidades que hay de cambiar las viejas estructuras de poder, se trata de seguir apoyando el proyecto común original y luchar para evitar que se desvíe en lo esencial. Es justamente lo contrario de abandonar, es quedarse y ser crítico con lo que uno está ayudando a construir. De hecho, es con lo propio con lo que hay que ser más crítico, pues es precisamente ese proyecto el que se está luchando por instaurar y por el que se apuesta para que tenga una utilidad para cambiar el país.

Abandonar esas posturas críticas como mal entendimiento de lo que significa el apoyo a un cambio, y confundir el apoyo a un proyecto común con la fe ciega en el mismo sin importar el rumbo que tome, y confundir las críticas de sus propios simpatizantes con supuestas intoxicaciones de agentes externos, constituyendo una especie de caza ideológica con aquellos que se considera que por su falta de apoyo incondicional y carente de críticas están perjudicando al movimiento, flaco favor hacen a cualquier posible cambio real en la sociedad, que no va a depender de ningunas siglas en concreto, sino de la capacidad de los votantes para mantener en el tiempo lo que esas siglas empezaron significando y les llevó a apoyarles.

D

Seria una putada soportar de nuevo a los que llevan robando y mintiendo siglos, pero....Al parecer no preocupa a mucha gente.

D

#7 Lo que quiere decir es que es un oximoron. Son términos contradictorios. La abstención es pasiva por definición.

La "abstención activa" no se distingue de la pasiva. Es un tipo de voto aceptado por el sistema y que significa: ausencia de voto. No significa rebeldía, si es lo que quieres votar.

Lo más parecido a "Abstención activa" real y con consecuencias es Escaños en Blanco.

D

Yo soy abstencionista activo, pecado capital en menéame, donde abstenerse es votar al PP. roll

earthboy

#5 "Abstencionista activo" es el equivalente a música militar. No.

En lo que a política se refiere, tenemos lo que merecemos. Dejamos morir de viejo al genocida, bajamos la cabeza para aceptar a su ahijado y cuando la levantamos fué para votar por su prole. Tenemos lo que merecemos. Un país de cobardes que pasó a ser un país de cobardes quejicas.

D

#6 ¿Equivalente a música militar? Joder, que argumento tan cojonudo ¿no?lol

felip_arvi

#6 Se puede dedicar perfectamente la vida a la política sin tener que votar en unas elecciones en un sistema político como el que tenemos, porque la política va mucho más allá de cambiar de legislatura.
Y precisamente la afirmación de "tenemos lo que nos merecemos" viene dado porque la gente solo se dedica a votar.