La jornada de caza depara una sorpresa inesperada a un cazador leones. Un oso pardo adulto se acerca. El cazador consigue grabar al animal de frente. Le grita, pero se sigue acercando. Solo se aleja cuando el cazador golpea con un palo en las piedras.
#5:
La verdad que el tipo tuvo sangre fría, se le nota en la voz y en la reacción, la mayoría le hubiese largado un tiro al pobre oso.
Aquí nos metemos mucho con los cazadores, pero muchos saben muy bien como moverse por el monte.
#31:
#25 Además de lo que dice #29, las autoridades medioambientales te pueden pedir que mates ciervos si hay sobrepoblación, en cambio los osos pardos están protegidos.
Pero eso parece que sólo lo saben los que entienden de monte.
#19:
Me recuerda a una fábula del académico de la lengua favorito de Internet: "El oso maricón"
Va un cazador por el bosque proceloso, armado con su escopeta de un solo tiro. Viste en plan Rambo: Camuflaje, gorro verde y además. Nacido para matar, como dicen los lejías. Avanza así por la foresta, cauto con el arma dispuesta, cuando ve a un oso que está al pie de un árbol, roncando la siesta: un oso adulto, normal, pardo. De infantería. Al verlo nuestro cazador se acerca de puntillas como el gato "Silvestre", apunta el chopo y desde tres o cuatro metros de distancia le arrea un escopetazo. Y le falla. Al oír el tiro, el plantígrado abre un ojo, mira al cazador, abre el otro ojo, se levanta sacudiéndose las ramitas de pino y las hojas secas de la pelambre, y le dice: "Chaval, has tenido mala suerte. Soy un oso gay, o sea, maricón. Y no me gusta que me disparen a la hora de la siesta. Así que, para escarmentarte, ven aquí, que te voy a poner los pavos a la sombra". Y dicho y hecho; el oso agarra al cazador, y zaca. Lo sodomiza.
El cazador se toma el asunto con muy poca deportividad. "¡Venganza!", grita cuando corre al pueblo mas cercano, que casualmente es Eibar. Llega, entra en una armería y pide un fusil mataosos de cinco tiros. Echa atrás el cerrojo y con mano airada mete los cartuchos. Clac, clac, clac, clac, clac. Se va a enterar, piensa tomando de nuevo el camino del bosque. Se va a enterar. Avanza así nuestro intrépido y vengativo cazador ente los árboles, el fusil dispuesto para la sarracina, los ojos inyectados en sangre, Y al fin divisa al oso maricón que está de espaldas, entretenido con un panal de rica miel al que da golosos lengüetazos, ajeno a l tragedia que se cierne sobre su vida. El caso es que se aproxima con sumo tiento el cazador, apuntando a la osuna cabeza. No quiero fallar, así que se acerca más, y más y más. Está a un metro, y el oso sigue a lo suyo. Entonces. Con una risa locuela, resuelto al escabeche, el cazador grita de nuevo "¡Venganza!" Y aprieta cinco veces el gatillo. Bang, bang, bang, bang, bang. Le pega cinco tiros como cinco sartenazos al oso. Y el muy gilipollas falla los cinco. Entonces el oso se vuelve despacio, con mucha flema, y se lo queda mirando. "Hombre dice Pero si es mi amigo el escopetero". Luego se acerca, sonriente. "Pues ya sabes chaval dice. Yo Trazan, tu Jane. Cinco tiros son cinco ñaca-ñacas. Ven, mi vida". El cazador intenta largarse pero el oso, que es muy ágil aunque no lo parezca, da una especie de salto de ballet y lo trinca. Luego se lo calza cinco veces, una detrás de otra. Cling, cling, cling, cling, cling.
Imagínense ahora a ese cazador volviendo al pueblo -esta vez camina ya con cierta dificultad- camino de la armería. Ese cazador que entra en la tienda gritando "¡Venganza!" como un descosido. Esa ametralladora que compra "¿Cuántos tiros le pongo?", Pregunta el armero. "Doscientos", responde. Imagínense luego a ese cazador camino del bosque con la ametralladora colgada, poniéndose alrededor de los hombros y del cuello, con manos temblorosas por la cólera, las cintas de reluciente munición. "¡Venganza!". Y ahora imagínese ese bosque donde canta el mirlo, o lo que cante, y donde las ardillas, asustadas y tímidas en sus ramas, ven pasar al cazador con cara de jinete del Apocalipsis. "¡Venganza!", Grita de nuevo el Rambo. Llega así hasta el oso; que es un oso maricón, si, pero culto, y en ese preciso instante se encuentra leyendo una autobiografía de José Maria Mendiluce, sin mas, a un palmo de su cabeza, le dispara la cinta entera. Ratatatatatatatá. Doscientos tiros uno detrás de otro, sin respirar. Y falla los doscientos. Entonces el oso lo mira, chasquea la lengua, cierra el libro, y se levanta despacio, como con desgana. Luego se acerca un poco mas al cazador, que se ha quedado de pasta de boniato, le pasa un brazo peludo por los hombros y le pregunta, en tono confidencial: "Venga, colega. Sé sincero... ¿Tú aquí no has venido a cazar, ¿verdad?".
#11:
#10 No es muy grande,pero los machos adultos pueden pesar más de 200 kilos,mejor que sea huidizo porque de un zarpazo podría arrancarte la cabeza sin forzarse mucho.
#6:
#0 Se escribe "leonés". Yo ya pensaba que en León habían leones...
#46:
Yo vivo en Asturias, en una zona donde nunca se llegaron a extinguir los osos, y es bastante comun encontrarlos, la reaccion de este oso, es la tipica que tienen, son muy asustadizos, pero tambien van despreocupados por el monte, no es el animal, que a un monton de metros te detecta, los osos van a su bola y en muchos casos se encuentran de frente con humanos, sin que detecte su presencia. Cuando tienen via libre para escapar, los osos escapan, nunca atacan, el problema viene cuando el oso no puede escapar facilmente, un vecino mio, se encontro uno de frente, en un camino bastante estrecho y el oso no escapo, por que no lo tenia facil, lo que hizo fue ponerse de pie y pegar una berrida, en este caso el huyo, fue mi vecino y bastante rapido. #28 Como bien dice #10 el oso pardo cantabrico son mas pequeños que el resto de osos, aun asi impresionan bastante y los de Cabarceno,son osos pardos, pero no CANTABRICOS.
La verdad que el tipo tuvo sangre fría, se le nota en la voz y en la reacción, la mayoría le hubiese largado un tiro al pobre oso.
Aquí nos metemos mucho con los cazadores, pero muchos saben muy bien como moverse por el monte.
#5 Sí? Pues mira: yo prefiero un tío que va paseando por el monte y mata a un oso porque se acojona, que un tío que va al monte ESPECÍFICAMENTE a matar ciervos.
#25 Además de lo que dice #29, las autoridades medioambientales te pueden pedir que mates ciervos si hay sobrepoblación, en cambio los osos pardos están protegidos.
Pero eso parece que sólo lo saben los que entienden de monte.
#39 Depende; de lejos, ni lo nota, pero si le disparas como último recurso a un par de metros de distancia te aseguro que le haces algo más que cosquillas.
Primero: déjale que se acerque ....
Segundo: apunta (igual en la cabeza los perdigones no pasan) y el corazón no te lo ofrece.
Tercero: dispara si no te ha arrancado la cabeza de un zarpazo.
Me recuerda a una fábula del académico de la lengua favorito de Internet: "El oso maricón"
Va un cazador por el bosque proceloso, armado con su escopeta de un solo tiro. Viste en plan Rambo: Camuflaje, gorro verde y además. Nacido para matar, como dicen los lejías. Avanza así por la foresta, cauto con el arma dispuesta, cuando ve a un oso que está al pie de un árbol, roncando la siesta: un oso adulto, normal, pardo. De infantería. Al verlo nuestro cazador se acerca de puntillas como el gato "Silvestre", apunta el chopo y desde tres o cuatro metros de distancia le arrea un escopetazo. Y le falla. Al oír el tiro, el plantígrado abre un ojo, mira al cazador, abre el otro ojo, se levanta sacudiéndose las ramitas de pino y las hojas secas de la pelambre, y le dice: "Chaval, has tenido mala suerte. Soy un oso gay, o sea, maricón. Y no me gusta que me disparen a la hora de la siesta. Así que, para escarmentarte, ven aquí, que te voy a poner los pavos a la sombra". Y dicho y hecho; el oso agarra al cazador, y zaca. Lo sodomiza.
El cazador se toma el asunto con muy poca deportividad. "¡Venganza!", grita cuando corre al pueblo mas cercano, que casualmente es Eibar. Llega, entra en una armería y pide un fusil mataosos de cinco tiros. Echa atrás el cerrojo y con mano airada mete los cartuchos. Clac, clac, clac, clac, clac. Se va a enterar, piensa tomando de nuevo el camino del bosque. Se va a enterar. Avanza así nuestro intrépido y vengativo cazador ente los árboles, el fusil dispuesto para la sarracina, los ojos inyectados en sangre, Y al fin divisa al oso maricón que está de espaldas, entretenido con un panal de rica miel al que da golosos lengüetazos, ajeno a l tragedia que se cierne sobre su vida. El caso es que se aproxima con sumo tiento el cazador, apuntando a la osuna cabeza. No quiero fallar, así que se acerca más, y más y más. Está a un metro, y el oso sigue a lo suyo. Entonces. Con una risa locuela, resuelto al escabeche, el cazador grita de nuevo "¡Venganza!" Y aprieta cinco veces el gatillo. Bang, bang, bang, bang, bang. Le pega cinco tiros como cinco sartenazos al oso. Y el muy gilipollas falla los cinco. Entonces el oso se vuelve despacio, con mucha flema, y se lo queda mirando. "Hombre dice Pero si es mi amigo el escopetero". Luego se acerca, sonriente. "Pues ya sabes chaval dice. Yo Trazan, tu Jane. Cinco tiros son cinco ñaca-ñacas. Ven, mi vida". El cazador intenta largarse pero el oso, que es muy ágil aunque no lo parezca, da una especie de salto de ballet y lo trinca. Luego se lo calza cinco veces, una detrás de otra. Cling, cling, cling, cling, cling.
Imagínense ahora a ese cazador volviendo al pueblo -esta vez camina ya con cierta dificultad- camino de la armería. Ese cazador que entra en la tienda gritando "¡Venganza!" como un descosido. Esa ametralladora que compra "¿Cuántos tiros le pongo?", Pregunta el armero. "Doscientos", responde. Imagínense luego a ese cazador camino del bosque con la ametralladora colgada, poniéndose alrededor de los hombros y del cuello, con manos temblorosas por la cólera, las cintas de reluciente munición. "¡Venganza!". Y ahora imagínese ese bosque donde canta el mirlo, o lo que cante, y donde las ardillas, asustadas y tímidas en sus ramas, ven pasar al cazador con cara de jinete del Apocalipsis. "¡Venganza!", Grita de nuevo el Rambo. Llega así hasta el oso; que es un oso maricón, si, pero culto, y en ese preciso instante se encuentra leyendo una autobiografía de José Maria Mendiluce, sin mas, a un palmo de su cabeza, le dispara la cinta entera. Ratatatatatatatá. Doscientos tiros uno detrás de otro, sin respirar. Y falla los doscientos. Entonces el oso lo mira, chasquea la lengua, cierra el libro, y se levanta despacio, como con desgana. Luego se acerca un poco mas al cazador, que se ha quedado de pasta de boniato, le pasa un brazo peludo por los hombros y le pregunta, en tono confidencial: "Venga, colega. Sé sincero... ¿Tú aquí no has venido a cazar, ¿verdad?".
Aqui en california si el oso es pardo a meter ruido y gritar, pero si es un grizzly a callarse , no mirarle a los ojos, retroceder poco a poco y si carga no corras aguanta y si te toca en posicion fetal y cruza los dedos. No suelen vivir en las mismas zona asi que se tiene la idea de los que te puedes encontrar dependiendo a donde vayas
No sé si habéis visto la talla de un oso pardo cantábrico, pero es un pobre perrucho. Para nada tiene la envergadura de sus hermanos euroasiáticos y es mucho más tímido y huidizo.
#10 No es muy grande,pero los machos adultos pueden pesar más de 200 kilos,mejor que sea huidizo porque de un zarpazo podría arrancarte la cabeza sin forzarse mucho.
Yo vivo en Asturias, en una zona donde nunca se llegaron a extinguir los osos, y es bastante comun encontrarlos, la reaccion de este oso, es la tipica que tienen, son muy asustadizos, pero tambien van despreocupados por el monte, no es el animal, que a un monton de metros te detecta, los osos van a su bola y en muchos casos se encuentran de frente con humanos, sin que detecte su presencia. Cuando tienen via libre para escapar, los osos escapan, nunca atacan, el problema viene cuando el oso no puede escapar facilmente, un vecino mio, se encontro uno de frente, en un camino bastante estrecho y el oso no escapo, por que no lo tenia facil, lo que hizo fue ponerse de pie y pegar una berrida, en este caso el huyo, fue mi vecino y bastante rapido. #28 Como bien dice #10 el oso pardo cantabrico son mas pequeños que el resto de osos, aun asi impresionan bastante y los de Cabarceno,son osos pardos, pero no CANTABRICOS.
Ojalá hubiera más encuentros entre la fauna ibérica en peligro de extinción y los cazadores. Eso quiere decir que la conservación de nuestra naturaleza funciona.
Comentarios
La verdad que el tipo tuvo sangre fría, se le nota en la voz y en la reacción, la mayoría le hubiese largado un tiro al pobre oso.
Aquí nos metemos mucho con los cazadores, pero muchos saben muy bien como moverse por el monte.
#5 Sí? Pues mira: yo prefiero un tío que va paseando por el monte y mata a un oso porque se acojona, que un tío que va al monte ESPECÍFICAMENTE a matar ciervos.
#25 Si los ciervos que mata son para comer, yo no le veo ningún problema. En cambio si mata al oso, en este caso hubiera sido sin necesidad.
#25 Además de lo que dice #29, las autoridades medioambientales te pueden pedir que mates ciervos si hay sobrepoblación, en cambio los osos pardos están protegidos.
Pero eso parece que sólo lo saben los que entienden de monte.
#25 Eso es porque eres un cornudo y tienes miedo a que te confundan caminando por el monte.
#34 ...a tomar por culo al pozo de los ignorados
#5
Como lleves perdigones para codornices o similares no le haces ni cosquillas ... como mucho, lo cabreas.
#39 Depende; de lejos, ni lo nota, pero si le disparas como último recurso a un par de metros de distancia te aseguro que le haces algo más que cosquillas.
#41
Primero: déjale que se acerque ....
Segundo: apunta (igual en la cabeza los perdigones no pasan) y el corazón no te lo ofrece.
Tercero: dispara si no te ha arrancado la cabeza de un zarpazo.
#42 Cuarto: no falles.
#43
Algo de eso le pasó a Favila "el osado"
https://es.wikipedia.org/wiki/Favila_de_Asturias
#5 La noticia continua, no consiguen en el hospital pararle la diarrea.
#0 Se escribe "leonés". Yo ya pensaba que en León habían leones...
#6 Me he quedado petado unos segundos al leerlo rápido. Qué importantes las tildes, ¿eh?
Me recuerda a una fábula del académico de la lengua favorito de Internet: "El oso maricón"
Va un cazador por el bosque proceloso, armado con su escopeta de un solo tiro. Viste en plan Rambo: Camuflaje, gorro verde y además. Nacido para matar, como dicen los lejías. Avanza así por la foresta, cauto con el arma dispuesta, cuando ve a un oso que está al pie de un árbol, roncando la siesta: un oso adulto, normal, pardo. De infantería. Al verlo nuestro cazador se acerca de puntillas como el gato "Silvestre", apunta el chopo y desde tres o cuatro metros de distancia le arrea un escopetazo. Y le falla. Al oír el tiro, el plantígrado abre un ojo, mira al cazador, abre el otro ojo, se levanta sacudiéndose las ramitas de pino y las hojas secas de la pelambre, y le dice: "Chaval, has tenido mala suerte. Soy un oso gay, o sea, maricón. Y no me gusta que me disparen a la hora de la siesta. Así que, para escarmentarte, ven aquí, que te voy a poner los pavos a la sombra". Y dicho y hecho; el oso agarra al cazador, y zaca. Lo sodomiza.
El cazador se toma el asunto con muy poca deportividad. "¡Venganza!", grita cuando corre al pueblo mas cercano, que casualmente es Eibar. Llega, entra en una armería y pide un fusil mataosos de cinco tiros. Echa atrás el cerrojo y con mano airada mete los cartuchos. Clac, clac, clac, clac, clac. Se va a enterar, piensa tomando de nuevo el camino del bosque. Se va a enterar. Avanza así nuestro intrépido y vengativo cazador ente los árboles, el fusil dispuesto para la sarracina, los ojos inyectados en sangre, Y al fin divisa al oso maricón que está de espaldas, entretenido con un panal de rica miel al que da golosos lengüetazos, ajeno a l tragedia que se cierne sobre su vida. El caso es que se aproxima con sumo tiento el cazador, apuntando a la osuna cabeza. No quiero fallar, así que se acerca más, y más y más. Está a un metro, y el oso sigue a lo suyo. Entonces. Con una risa locuela, resuelto al escabeche, el cazador grita de nuevo "¡Venganza!" Y aprieta cinco veces el gatillo. Bang, bang, bang, bang, bang. Le pega cinco tiros como cinco sartenazos al oso. Y el muy gilipollas falla los cinco. Entonces el oso se vuelve despacio, con mucha flema, y se lo queda mirando. "Hombre
dicePero si es mi amigo el escopetero". Luego se acerca, sonriente. "Pues ya sabes chavaldice. Yo Trazan, tu Jane. Cinco tiros son cinco ñaca-ñacas. Ven, mi vida". El cazador intenta largarse pero el oso, que es muy ágil aunque no lo parezca, da una especie de salto de ballet y lo trinca. Luego se lo calza cinco veces, una detrás de otra. Cling, cling, cling, cling, cling.Imagínense ahora a ese cazador volviendo al pueblo -esta vez camina ya con cierta dificultad- camino de la armería. Ese cazador que entra en la tienda gritando "¡Venganza!" como un descosido. Esa ametralladora que compra "¿Cuántos tiros le pongo?", Pregunta el armero. "Doscientos", responde. Imagínense luego a ese cazador camino del bosque con la ametralladora colgada, poniéndose alrededor de los hombros y del cuello, con manos temblorosas por la cólera, las cintas de reluciente munición. "¡Venganza!". Y ahora imagínese ese bosque donde canta el mirlo, o lo que cante, y donde las ardillas, asustadas y tímidas en sus ramas, ven pasar al cazador con cara de jinete del Apocalipsis. "¡Venganza!", Grita de nuevo el Rambo. Llega así hasta el oso; que es un oso maricón, si, pero culto, y en ese preciso instante se encuentra leyendo una autobiografía de José Maria Mendiluce, sin mas, a un palmo de su cabeza, le dispara la cinta entera. Ratatatatatatatá. Doscientos tiros uno detrás de otro, sin respirar. Y falla los doscientos. Entonces el oso lo mira, chasquea la lengua, cierra el libro, y se levanta despacio, como con desgana. Luego se acerca un poco mas al cazador, que se ha quedado de pasta de boniato, le pasa un brazo peludo por los hombros y le pregunta, en tono confidencial: "Venga, colega. Sé sincero... ¿Tú aquí no has venido a cazar, ¿verdad?".
#19 tl;dr.
#20
#19 Es grasioso porque el oso es maricón.
Así se debió quedar el oso
#15 El palo, ese depredador silencioso del que pocos se atreven a hablar.
Aqui en california si el oso es pardo a meter ruido y gritar, pero si es un grizzly a callarse , no mirarle a los ojos, retroceder poco a poco y si carga no corras aguanta y si te toca en posicion fetal y cruza los dedos. No suelen vivir en las mismas zona asi que se tiene la idea de los que te puedes encontrar dependiendo a donde vayas
#12 que se dice facil
#12 Craso error. Lo primero que hay que hacer si te encuentras con un oso es afilar la punta de un palo.
#16 Un grizzly, conocido como Ursus arctos horribilis. Afila la punta al palo, afila
#35 Lo de horribilis viene de un error de traducción, pero sí, afila...:)
#12 ¿Grizzly en California? Se habrá escapado de un zoo.
No sé si habéis visto la talla de un oso pardo cantábrico, pero es un pobre perrucho. Para nada tiene la envergadura de sus hermanos euroasiáticos y es mucho más tímido y huidizo.
#10 No es muy grande,pero los machos adultos pueden pesar más de 200 kilos,mejor que sea huidizo porque de un zarpazo podría arrancarte la cabeza sin forzarse mucho.
#10 Yo los he visto en Cabarceno. En Cántabria.
Tw aseguro que son lo suficientemente grandes como para arrancarte la cabeza de un zarpazo.
Yo vivo en Asturias, en una zona donde nunca se llegaron a extinguir los osos, y es bastante comun encontrarlos, la reaccion de este oso, es la tipica que tienen, son muy asustadizos, pero tambien van despreocupados por el monte, no es el animal, que a un monton de metros te detecta, los osos van a su bola y en muchos casos se encuentran de frente con humanos, sin que detecte su presencia. Cuando tienen via libre para escapar, los osos escapan, nunca atacan, el problema viene cuando el oso no puede escapar facilmente, un vecino mio, se encontro uno de frente, en un camino bastante estrecho y el oso no escapo, por que no lo tenia facil, lo que hizo fue ponerse de pie y pegar una berrida, en este caso el huyo, fue mi vecino y bastante rapido.
#28 Como bien dice #10 el oso pardo cantabrico son mas pequeños que el resto de osos, aun asi impresionan bastante y los de Cabarceno,son osos pardos, pero no CANTABRICOS.
Si es un cazador de leones no debería tener miedo al oso
Relacionada:
"¡Para oso! ¡Para! ¡oso, oso! ¡me estás rompiendo el kayac!"
#8 Qué maleducado el oso, no le contesta por qué está rompiendo su kayac!!!
#8 Me he partido la caja. Me hace mucha gracia cuando la gente le habla a los animales como si les entendieran.
Stopppppp it. Don't break my Kayak..... OSOR MALOR
#45 Uno de los consejos si te cruzas con un oso es hablarle, y tal.
Encima que el plantígrado éste parece que quería hacer nuevas amistades...
-EH EH, ¿onde vas?
-Me voy echando hostias a comprarte un diccionario.
El cazador cazado.
#21
O una navaja pal bocata ... que no todos son Rambo.
Impresionante, dentro de poco en Valladolid, bueno tanto no.
#1 ¿Te refieres al ex alcalde que amenaza con volver a presentarse?
Si no llega a tener palo que miedo........., aunque estos parecen un poco domesticados
#18 Igual siendo cazador llevaba una escopeta y un machete de monte ¿no crees?
Agüita!
Ojalá hubiera más encuentros entre la fauna ibérica en peligro de extinción y los cazadores. Eso quiere decir que la conservación de nuestra naturaleza funciona.
He leído cazador de leones
Son todo bondad estos cazadores
http://www.lne.es/asturias/2015/02/19/cazadores-reclaman-matar-osos-recupere/1715230.html
No lo mató por que no tendria el rifle a mano o no le interesaria
Eso si, el tio no suelta la cámara asi se lo empiece a comer el oso.
http://i.ytimg.com/vi/MZzAp5cIylA/hqdefault.jpg
Peligrosa es la imagen del tío, con el bigote negro y el pelo blanco con la raya en medio, que aparece en el vídeo.
Los de Bilbao son unas nenazas al lado de este tipo.
#7 por León se dice que un bilbaíno en un leonés diluido.