Hace 8 años | Por --432809-- a elconfidencial.com
Publicado hace 8 años por --432809-- a elconfidencial.com

José Calvo Poyato escribe en las primeras líneas de su ensayo que el descubrimiento de la cueva de Altamira fue "una aventura digna de una novela". Hoy a nadie se le ocurre dudar de su trascendencia pero a finales del siglo XIX el hallazgo de Marcelino Sanz de Sautuola cayó como una bomba no sólo dentro de las fronteras de la conservadora sociedad española. La Iglesia y los darwinistas se toparon con una realidad que afeaba sus tesis y, claro está, había que desmontarla para que sus postulados siguieran teniendo validez.

Comentarios

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En realidad eran humanos modernos. Más bien en contra de la idea de tiempo de algunos no contra darwin ...