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#2:
Creo que es un tema que no se trata demasiado, al lado del trabajo tengo una y no os podéis imaginar la cantidad de chavales(espero que más de 18 años) que se pasan allí toda la mañana. Creo que habría que censurar y mucho la publicidad de este tipo de actividades.
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Creo que es un tema que no se trata demasiado, al lado del trabajo tengo una y no os podéis imaginar la cantidad de chavales(espero que más de 18 años) que se pasan allí toda la mañana. Creo que habría que censurar y mucho la publicidad de este tipo de actividades.
#2 El problema es que al Gobierno le interesa, al igual que la venta del tabaco o del alcohol, que si bien han sido eliminados en muchos anuncios y en forma de publicidad indirecta, como camisetas de equipos, no ocurre con el negocio de apuestas online: genera tantísimos beneficios como para renunciar a ellos.
#2 Es una actividad voluntaria. Allá cada uno con su dinero. Son cosas que no se pueden prohibir. Se regulan, se limita la edad de acceso, se revisan las máquinas.
Todo el mundo sabe que esas máquinas están diseñadas para que el jugador pierda dinero y gane de vez en cuando.
Si alguien es tan tonto como para creer que puede ganar a la máquina o ve diversión en que su dinero se pierda por la ranura no vamos a ganar nada en prohibirlo, ya se lo gastarán en otro gilipollez contraproducente para sí mismos porque oportunidades no les van a faltar.
#7 ¿Y qué regulación crees que existe en los juegos online? ¿Cómo puedes asegurar que una persona no es menor de edad e incumple la ley? Es como las redes sociales y demás, que críos con 10-12 años las tienen a pesar de haber restricciones y saltárselas aún con desconocimiento de los padres.
El gobierno ha visto un negocio de puta madre aquí, tanto que quitó la prohibición de que pudiesen patrocinar deportes de masas como el fútbol... Gracias Gobierno de españa!
Mezclan los juegos de azar y las apuestas, y yo creo que no es el mismo tipo de perfil.
#4 Ambas las tienes disponibles online. El problema de trasfondo es la ludopatía que está generando por -en muchos casos- necesidad y falta de control de las autoridades.
#4 Dato anecdótico, pero los viciados a las apuestas online que conozco en persona siempre tontean en mayor o menor medida con el póker online. Creo que no tiene tanto que ver con la tipología del juego sino con la "ilusión de posible ganancia" que comparten estas movidas.
Bueno, hay gente que no aprende hasta que se estrella contra el muro y algunos ni por esas.
Apostar en juegos de azar es perder a largo plazo. La única forma inteligente de hacerlo es saber que vas a perder y asumir esa pérdida como el precio que uno paga por un rato de diversión, como cuando vas al cine y pagas la entrada.
Pero apostar pensando que tú si que vas a ganar al sistema es profundamente estúpido y ya se sabe, un tonto y su dinero se separan rápido.
#5 Te/os voy a contar una anécdota que me pasó no hace mucho.
En una comida de aniversario con mi pareja, fuimos a un restaurante sito en un casino de juegos.
Al finalizar la comida como nunca había estado en un Bingo le dije: "Bajamos, 10€ por cabeza, y nos vamos".
El aspecto a esa hora del Bingo era desolador. Muchísimas personas mayores gastando cantidades ingentes de dinero (el precio del cartón es 2€ por partida, y algunos cogían 3 en cada una), y nosotros, pues al ritmo bien ligero del cante de las bolas veíamos como en unos 15 minutos se habían evaporado los 20€ que pusimos de tope para jugar.
En la última partida canté el bingo que me daba, no sé por qué, 60€, cuando los anteriores eran de 20-30 euretes. Cuando nos trajeron el platillo con la ganancia vimos que había 160€ y con ojos ojipláticos -valga la redundancia- pillamos rápidamente el dinero pensando que era una confusión mientras la chica se pasaba para ofrecer "otro cartoncito". Le dije que no, que nos íbamos, y luego pude comprobar que ese "extra" era porque había sido una partida con premio excepcional de 100€, que ni nos habíamos enterado de lo rápido que hablaba el hombre antes de empezar cada juego.
El tema por el que lo comento es porque nosotros cogimos el dinero y desaparecimos, mientras dejábamos atrás a los que estaban cuando llegamos y más que entraron posteriormente. Cualquier otro se hubiera jugado "otro cartoncito más".
Lo peor era eso, el aspecto desolador de la sala y la soledad que allí reinaba. Más que el premio siempre me acuerdo de esa escena. Lamentable.
#9 Comparto tu experiencia aunque nosotros no ganamos pero nos reimos mucho cuando uno cantó línea cuando ya la habían cantado.
Ambiente sórdido, cutre y casposo donde los haya. Todo caretos largos, ni un ápice de diversión y encima casi nos echan por reirnos.
Con lo bien que me lo he pasado yo en Navidades jugando al Bingo en casa con la familia y allí era terrible los caretos de infelicidad.