Lluís Salvadó: "Con la Hacienda tenemos suficiente pista para correr antes del choque con el Estado"(cat)

traducción: ¿En qué punto está la gestación de la Hacienda propia?
El punto del que partimos es el trabajo que se había desarrollado durante los últimos 2-3 años, que básicamente lo que planteaba era poner las bases y definir los objetivos, además de perfilar los retos de corto, medio y largo plazo en el despliegue de la administración. Lo que hay que plantearse ahora es cómo implementar la totalidad de las funciones que actualmente ya nos da el marco legal vigente. Paralelamente, y en un tiempo récord, hay que trabajar sobre cómo construir y perfilar la futura Hacienda catalana.

La Hacienda de la futura República estará reflejada en los modelos de países nórdicos?
Debemos considerar dos aspectos relevantes. El primero, el poco tiempo del que disponemos, y los recursos que tenemos, con unos presupuestos prorrogados, con poco margen de maniobra, las restricciones que tenemos, y la política que debemos aplicar para generar ahorros, y poder desarrollar así la nueva herramienta. La mirada, obviamente, la tenemos puesta en las agencias tributarias más desarrolladas a nivel internacional. Sin embargo, también debemos ser conscientes de que tenemos un tiempo muy breve, y que estas agencias modélicas se han desplegado a lo largo de décadas, y nosotros no tenemos más que 18 meses. Por lo tanto, debemos ser capaces de hacer la ponderación entre hacerlo lo mejor posible pero a la vez no tardar una década en implementarlo, y tener la herramienta a disposición en el tiempo que todos nos hemos marcado.
Las dos fases

El primer reto es tener a punto la herramienta en 18 meses
Sí, en principio tenemos la posibilidad, dentro de la planificación que hemos concretado durante las últimas semanas, de hacer un recorrido muy importante durante los próximos 18 meses. Estamos convencidos de que podremos estar preparados para parar el golpe y abordar las fases iniciales de la recaudación de los grandes tributos embrionarios. Pero en 18 meses no lo tendremos todo hecho. Sin embargo, para empezar a desarrollar el futuro Estado no es necesario tenerlo todo hecho. Es decir, sí hay que tener unas bases que permitan la recaudación de impuestos. Ahora hay que tenerlo todo preparado, en 18 meses, para parar el golpe y comenzó a caminar.

Así habrá una primera fase, de 18 meses, y luego una segunda fase. Cuánto podría durar esta segunda parte?
La segunda fase es eterna, es un proceso de mejora continua, para ir perfeccionando los sistemas informáticos, todo lo que es la tarea inasumible e inacabable de lucha contra el fraude. Luego hay otra fase de consolidación de toda la etapa de inspección para hacer la transición bien hecho. Hay que insistir en que la primera fase, la que abordamos ahora de manera inmediata, la tendremos lista en 18 meses, y servirá para asumir competencias ejecutivas, de liquidación de los tributos cedidos, y que todo esto nos dará como resultado tener una agencia redimensionada, pasando de 300 trabajadores a 600-700 en un plazo récord de un año; también lo haremos de una manera más eficiente, ya que la recaudación que lleva a cabo la administración tributaria del Estado tiene un índice de recaudación mejorable. Y desde la Generalitat seremos capaces de mejorar estos índices de recaudación. Además, lo haremos con unos costes más reducidos, desde la colaboración con las administraciones tributarias de las diputaciones y con los principales ayuntamientos que tienen asumidas aunque las competencias de gestión de tributos. Por lo tanto, conseguiremos mejorar en eficacia, también en el conjunto de administraciones tributarias que actúan en Cataluña. En resumen, reduciremos costes, mejoraremos la eficiencia de la recaudación, y tendremos una administración tributaria redimensionada. Esto significa poder darle más estructuración y más grueso en sus servicios internos, y en sus líneas de mando. Queremos una Agencia Tributaria preparada desde el punto de vista de recursos humanos, también organizaciones, y en los sistemas de información, que ya se están desarrollando. Estamos transformando procesos realizados hasta ahora en papel a sistemas informáticos, además de trabajar en un núcleo de datos que nos ha de servir para compartir información con las administraciones locales y diputaciones. Es una herramienta imprescindible tanto para la lucha contra el fraude como para conseguir una futura Agencia competitiva de la República catalana.

Pero la base de datos de los contribuyentes la tiene el Estado español, y no la Generalidad
La base de datos la estamos construyendo a partir de fuentes de información múltiples y diversas. En los próximos 18 meses entendemos que será un tema que tendremos bien encarrilado.

Los funcionarios de la futura Hacienda catalana tendrán algún grado de especialización?
Esto dependerá del contexto en el que nos encontramos ... Hoy en día en el crecimiento de recursos humanos que estamos llevando a cabo ya tenemos las puertas abiertas a procesos de selección que se están implementando, desde donde viene gente de la calle con formación obviamente adecuado para las funciones que queremos desarrollar, y con una experiencia determinada. También tenemos las puertas abiertas a gente que viene de las diputaciones, o bien de los ámbitos de la propia agencia estatal, o incluso de movimientos internos dentro de la propia Generalidad. Se está ya incorporando personal. Ya en la fase dos habrá un planteamiento en el ámbito de la Agencia y en el conjunto de la administración sobre cómo se hace la subrogación del personal del Estado hacia la Generalidad de Cataluña. Esto dependerá del clima de relaciones entre Cataluña y España, que entendemos que debe desarrollarse en el marco de una mesa de diálogo y negociación entre el futuro Estado catalán y el español.

Por otra parte, ¿qué papel tendrá Juan Iglesias, director del Programa para la definición de un modelo de Administración Tributaria para Cataluña?
Estamos valorando como reconducimos los equipos. Aquí hay un equipo en la secretaría de Hacienda que ha impulsado en los últimos años la futura Agencia Tributaria, y estamos terminando de perfilar como integramos un equipo que ya existía, el equipo de Iglesias. Lo ideal es que trabajen los dos equipos alineados.

Hay discrepancias dentro de Juntos por Sí, entre ERC y CDC, en cuanto a la construcción de la Hacienda de la República catalana?
En los últimos años ya estuvimos trabajando conjuntamente a nivel parlamentario, ya habíamos hecho un seguimiento muy directo entre las personas que desde ERC llevábamos esta cuestión, con las personas que había en la Secretaría de Hacienda o desde el propio Gobierno. Hemos trabajado conjuntamente y no hay discrepancias sobre el fondo. Ahora hay un cambio, fruto del resultado del 27-S, porque se pasa de la teoría a la práctica. Hay un cambio de estadio. Necesitamos poner velocidad, acelerar los procesos y hacer el trabajo que se nos ha encomendado en el plazo acordado.

Para poner velocidad es indispensable el apoyo de la CUP?
Entendemos que el proyecto de la Hacienda es percibido por parte de la CUP como estratégico para la creación del futuro Estado.

Y qué esperan de Cataluña Sí se Puede?
Como mínimo coincidíamos ampliamente con los diputados del grupo parlamentario de ICV de la anterior legislatura (que llevaban el tema de la Hacienda) sobre todo lo que llevamos a cabo en estos momentos. Por tanto, entendemos que, al menos con los anteriores interlocutores -no hemos hablado aún con los actuales todavía- compartíamos una parte muy esencial de todo lo que estamos llevando a cabo ahora.
El proceso de transición

Cambiamos de tema. Como se realizará la desconexión de la Hacienda española? O dicho de otra manera, como será el paso hacia la Hacienda catalana?
La previsión con la que trabajamos es la necesidad de un diálogo entre las dos administraciones, donde deben dirimirse aspectos trascendentes para España y para Cataluña. Como la deuda que tienen y que entendemos que querrán que se subrogue parcialmente en la futura República catalana. Habrá los alicientes e incentivos lógicos de las dos partes para que después de las lógicas rencillas políticas que se lleven a cabo, pero a la hora de la verdad tanto un Estado como el otro tendrán muchos alicientes para sentarse a la mesa, dialogar, negociar, y entendemos que dentro de este contexto llegará un punto donde nos tendremos que poner en cuál es el momento de que el Estado deje de recaudar impuestos y la futura República catalana empiece a ejecutar al 100% las sus funciones y competencias. No debe haber solapamiento de competencias ni de marcos legales, habrá un punto en común y un acuerdo entre las dos partes. Seremos buenos vecinos desde los siglos de los siglos, todos tenemos alicientes e incentivos para tener buenas relaciones.

Antes de pulsar el botón rojo, Cataluña cederá más que el Estado español durante las negociaciones para facilitar un entendimiento?
Es un marco que tendremos que abordar cuando se llegue. El proceso de negociación será complejo, y cuando lo tengamos sobre la mesa ya se entrará.

Habrá riesgos legales a la hora de transitar de una hacienda a otra?
Más que riesgos legales debemos prever los riesgos operativos. Es necesario que tengamos el sistema articulado para hacer frente al proceso de transición. Esto es lo que necesitamos. El marco legal debe tener dos patas: la ley que determinará las futuras leyes tributarias catalanas, y la ley general tributaria, que debe regular el conjunto de las futuras figuras impositivas que se deberán implementar en la primera fase de la República . Y en este primer estadio desplegaremos la ley con un código que nos permita sacar adelante herramientas muy útiles en el actual contexto político.

¿Qué herramientas?
Por ejemplo el consejo fiscal, o la ley de la Agencia Tributaria, dos herramientas que son importantes para marcar el modelo del sistema tributario que tenemos. El consejo fiscal pretendemos que sea un marco que transmita un mensaje de una gobernabilidad diferente, más moder