Mi padre nos cuenta muy a menudo la historia de cuando vio por primera y última vez a su padre llorar. A principios de febrero de 1958, Armenag Kazandjian, de seis años, se encontraba sentado a la mesa de su familia en el piso del Cairo, disfrutando de un bol de Ful, un plato tradicional de la cocina egipcia. Mi abuelo, Vahe, bebía café aromático y leía el periódico. Mi padre recuerda ver al suyo dejar con pasmosa tranquilidad el periódico en la mesa y clavar su mirada a través de una ventana abierta mientras sus ojos se humedecían y las...

Comentarios

D

El ful no era de Estambul?

Yiming

Este "articulo" es una porquería misándrica. Que se deje de chorradas y se aauante las lágrimas, sl llorica, que es como los hombres hemos conseguido superar nuestros límites y mejorar en el proceso. A lo mejor son las mujeres las que deberían aprender un poco de nosotros, no al revés.

Arcueid

#2 Lol. El artículo comenta que en sociedades abiertamente patriarcales, como dice ser la armenia; los hombres también son víctimas de las propias restricciones que les impone la sociedad, y de cómo lo ha superado su autor. Nada más lejos de un enfoque misándrico.