Hace 16 años | Por mekeo a elmundo.es
Publicado hace 16 años por mekeo a elmundo.es

En el mundo de los videojuegos, Meier tiene un estatus de estrella. Es una especie de cruce entre Steven Spileberg, por su éxito, y Stanley Kubrik, por lo definido y teóricamente antiocomercial de sus productos. No en balde, la devoción que sus creaciones —y, en especial, Civilization— genera entre sus fans es lo suficientemente grande como para que haya recibido propuestas matrimoniales de ellos, o como para que un aficionado desencantado con uno de sus juegos lo convirtiera en pulpa haciendo pasar su coche por encima de él varias veces ...