Hace 16 años | Por kikox1 a publico.es
Publicado hace 16 años por kikox1 a publico.es

El emperador se dirigió al Senado escoltado por su guardia personal. Como cada día, el miedo a ser atacado había obligado a Cayo César Germánico, alias Calígula, a situarse en una butaca considerablemente más alta que las demás. Por si no fuera suficiente, los guardias formaron una cortina de lanzas para protegerle. Querea le seccionó parte del cuello y y gritó la consigna convenida por los conspiradores. Al oírla, el tribuno Cornelio Sabino clavó su espada en el pecho del emperador.

Comentarios

mono

Lo que más me gusta de Calígula es la peli...

D

No sé si os pasa a los demás pero la página de Público me funciona un día sí y otro no. Hoy, por ejemplo, pues no. Voto erróneo a pesar mío.