Es gallego, joven, y está ingresado en la planta cuarta del hospital Clínico de Santiago de Compostela, pero no es un paciente normal. Llama la atención en el centro sanitario de Compostela porque la puerta de su habitación está custodiada “hasta por cinco policías nacionales”. Y es que quien ocupa esta habitación hospitalaria es, supuestamente, un mulero. Es decir, una persona que transporta droga en el interior de su cuerpo con el fin de evadir los controles de seguridad.
Comentarios
Es gallego, joven .... y te ha faltado añadir "Y tonto" porque para acceder a algo de ese tipo hay que ser tonto, no sólo te conviertes en contrabandista y camello por una miseria, sino que pones en peligro tu vida para que otros se forren vendiendo esa basura.
Pues yo me alegré mucho de que la protagonista de "María, llena eres de gracia" pasara el control en la película. Hay millones de personas en Sudamérica dispuestas a correr este riesgo o el de ir a la cárcel para salir de la pobreza, y esto no hay ley que lo cambie.
#1 O desesperado, porque los que la pasan así no creo que sea porque tengan muchas alternativas.
Vamos, eso pienso yo, y por las mismas razones que tu acabas de dar.
Vaya tela, arriesgar la vida por una cosa así. Sin comentarios!
#2 Bueno, decir que comercia con coca por que no tiene otra alternativa... Siempre hay otras alternativas, siempre puede trabajar en el campo o en la construcción (bueno en esto segundo ya no).
Pero claro, si quieres el bmw m3, la ropa de marca y otras ambiciones, y no quieres esforzarte por conseguirlas, entonces si, lo mejor es traficar.