Hace 16 años | Por --31185-- a vieiros.com
Publicado hace 16 años por --31185-- a vieiros.com

c+p+t Era tradicional en la aldea de Campia, Vouzela (Portugal), quemar un gato dentro de un pequeño puchero, pero este año comenzó a circular un mensaje por la red que decía que esta es "una tradición primitiva y cruel que sirve apenas para divertir a unos cuantos sádicos". Las protestas llevaron a la organización a meter un peluche en el puchero por primeira vez en la historia.

Comentarios

D

la tradición es, efectivamente, una salvajada, una animalada, una cafrada y una gilipollez...

Pero por lo menos, en este caso, vemos como la gente se muestra razonable y acorde con los tiempos, cambiando al pobre animal por un símbolo.

Ojalá los descerebrados, salvajes, cafres de otros lugares aprendiesen, en lugar de pervertir palabras como cultura para justificar su sadismo....

D

La aldea de Campia, en Vouzela, cumplió el martes de Entrudo su costumbre de carnaval, pero de una forma diferente.

La paja ardió, el puchero de barro cayó de lo alto del mástil, partió, y, en el suelo quedó inmobilizado un gato, de esta vez, de peluche.

Era tradicional en la aldea de Campia que dentro del pequeño puchiro fuese un gato de los de verdad, pero este año comenzó a circular un mensaje por la red que decía que esta es "una tradición primitiva y cruel que sirve apenas para divertir a unos cuantos sádicos". Las protestas llevaron a la organización a meter un peluche en el puchero por primeira vez en la historia.

La tradición del gato torrado, o espantado, si a la primera no sale bien
"Los organizadores cazan o roban un gato en algún sitio, y lo meten en un cántaro donde queda cerrado hasta la hora de la fiesta. Después, en el campo de la fiesta hay un gran mástil ladeado, donde se coloca el cántaro (encima de todo) atado con unas cuerdas. A continuación se le prende fuego al mástil, el cántaro se va calentando, se queman las cuerdas y la olla de barro cae deshaciéndose en pedazos", contaba el mensaje de la polémica, acrecentando que "el gato (si aún pudiese) corre aterrorizado, seguido de toda la villa que lo persigue con palos, para ver quien le acierta".

Carlos Duarte, miembro de la organización de los festejos de Entroido de Campia, lamentó la polémica generada alrededor de esta tradición que según dijo, "tendrá más de cien años y que casi simpre se hizo con gatos". De hecho Duarte recordó que hace 15 años incluso usaron su propio gato, "que regresó a casa sin problemas". "La tradición siempre existió y puede continuar existiendo, porque nunca se mató a ningún gato", garantizó Duarte, quen también aseguró que las personas no corren detrás del gato, sinó que hay una figura, un hombre enmascarado, llamado "Burro das Turquesas" que hace como que intenta agarrar al animal.

Pero este año, "para no alimentar polémicas", la organización decidió, por primera vez, no usar un gato de verdad.

Escariz

joder, que animalada!

D

Que cunda el ejemplo aquí en España y empiecen a torear toros de cartonpiedra, y conste que no lo digo en broma.

Sophia

Me cuesta creer que haya una sola persona en todo el mundo que pueda disfrutar con este tipo de atrocidades, ¿dónde está la belleza de ver sufrir y agonizar innecesariamente a una criatura viva? ¿acaso no tenemos suficiente diversión con el cine, playstation, wii, móviles, portátiles, cabalgatas, museos, exposiciones, monumentos, botellones y fiestas, que necesitamos recurrir a la tortura animal?
Me alegro de que por fin poco a poco estas tradiciones vayan cayendo, aún nos queda mucho por hacer en España pero estas noticias son un halo de esperanza.