Hace no muchas décadas, un visitante del espacio que volara sobre nuestro planeta, no habría visto muchas luces en el lado nocturno de nuestro mundo. Hoy, cuando la Tierra bulle de actividad humana que ilumina sus ciudades e infraestructuras de mil maneras y con una potencia nunca antes vista, el celeste viajero disfrutaría con el espectáculo de la noche terrestre, repleta de luminosidad.
Yo cada vez que voy a Madrid, Barcelona, etc. pienso en la gente que siempre ha vivido allí y que nunca ha visto las estrellas en todo su esplendor y me da bastante pena por ellos.
Comentarios
O diría, los desgraciados estos con tanta luz no pueden ver las estrellas, que es lo más probable en alguien con formación en física.
Asco de contaminación lumínica.
Yo cada vez que voy a Madrid, Barcelona, etc. pienso en la gente que siempre ha vivido allí y que nunca ha visto las estrellas en todo su esplendor y me da bastante pena por ellos.