Hace 16 años | Por platero a adn.es
Publicado hace 16 años por platero a adn.es

El sector turístico busca nuevas oportunidades de negocio en un mercado cada vez más amplio | Hesperia anuncia que dispondrá en algunos de sus hoteles habitaciones especialmente dedicadas a las mujeres, pero no son los únicos

Comentarios

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Sexismo estremadamente cantoso. Si el Hesperia hace un hotel exclusivamente para hombres, les cosen a denuncias.

A mí personalmente me da igual. Cada cual tiene derecho de hacer lo que quiera con su negocio pero, lo que me sorprende y me irrita, es que para unos sí y para otros no.

Estoy un poco hartito ya de este movimiento de pura demagogia donde todo lo que haga destacar una supuesta supremacía femenina está bien, y si se hace con el hombre... eres un puto machista retrógrado que vota al PP, tiene una foto de Franco en su casa y una esvastica tatuada a la altura del corazón.

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¿Y si yo quiero leer revistas, comer cereales o goyures, bañarme o limarme las uñas, ¿qué hago? ¿Me cambio de sexo? ¿O acaso un tío no puede hacer cualquiera de esas cosas?

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Revistas femeninas, barritas de cereales y yogures en el minibar, una mascarilla de ojos relajante, un kit de baño con desmaquillantes, bálsamo labial, gel íntimo o lima de uñas serán algunas de las diferencias que los huéspedes encontrarán en las denominadas Pink Rooms.

Por un extra de 30 dólares, las ocupantes de las habitaciones podrán disfrutar de servicios adicionales como "espejos para maquillarse, chocolate y flores frescas cada día"

Más bien parece que son habitaciones para un tipo concreto de mujer (o que consideren a cualquier otro tipo de mujer como hombres sin rabo).

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Chorradas. Un hotel tiene que ser acogedor para cualquiera y, si la persona se siente agusto, volverá y se lo dirá a sus conocidos. No es necesario estas tonterías, aunque sería conveniente que se pudieran acceder a ellas si el cliente lo pide, igual que a revistas de coches, de tecnologías, aftershave y lo que sea para tíos.

D

El feminazismo está llegando ya a límites desesperantes.

Este feminismo de género radical es como un cáncer que pretende inmiscuirse hasta en los asuntos más triviales de nuestra vida.

D

Venga, colegios públicos solo para tías, nada de mixtos, y de paso que les pongan hábito de monjas...

D

las mujeres que viajan solas necesitan un gigoló en la habitación, nada de mariquitadas de revistas femeninas ni cremitas.