Hace 16 años | Por mezvan a elpais.com
Publicado hace 16 años por mezvan a elpais.com

[c&p] Hace pocos meses, la colombiana Luz Marina A., de 51 años, acudió a un locutorio para poder ver, por primer vez en siete años, a sus dos hijos en Bogotá, de 18 y 12 años, a través de una cámara conectada a Internet. "No pude decir una palabra. Lloraba. Yo no les reconocía físicamente, ni ellos a mí. Y lo peor de todo es que me preguntaban por el dinero". Luz Marina no puede viajar a su país porque, al estar irregularmente en España, si sale, no podrá entrar. "Es increíble el número de mujeres que salen llorando del locutorio..."

Comentarios

UtahNutria

Luego saldrá el idiota de turno a tachar la criminalidad... si una persona está dispuesta a sacrificar su intimidad de pareja, su felicidad a corto plazo, su vida familiar, e incluso su dignidad exponiéndose a vejaciones por ayudar a quienes quiere, algunos deberían hacer honor a sus dramas con su silencio. No serán víctimas del terrorismo islamista ni etarra, pero están muriendo en vida poco a poco.

wochi

Es muy duro dejar hijos y familia tan lejos, para venirse a otro país con la única finalidad de trabajar y trabajar. Viviendo aquí con los mínimos gastos posibles, para mandar todo el dinero que ganen para alimentar y proporcionar mejor vida a los que quieren. Hay que tener un corazón muy grande para hacer eso.

Cada persona que viene aquí a trabajar y convivir con nosotros, tiene su historia y sus sentimientos. Por eso me duele cuando se habla de ellos generalizando y mirándolos como beneficios o perjuicios económicos, como si de ganado a importar o no se tratase.
Si hay que hacer leyes para regular la inmigración que se hagan. Pero sin olvidar que son seres humanos y tratándolos con la dignidad y el respeto que merecen.

Soy madre, y solo de pensar como se siente una madre en esa situación, se me encoge el corazón. Un beso muy fuerte y todo mi cariño para ellas.

Wolverine

Realmente un articulo muy interesante.