Hace 16 años | Por --65390-- a elpais.com
Publicado hace 16 años por --65390-- a elpais.com

La guerra del Papa contra el laicismo coincide con su pérdida de peso en países católicos. Lo dijo Marx en La cuestión judía: "El así llamado Estado cristiano necesita de la religión cristiana para completarse como Estado. El Estado democrático, el verdadero Estado, no necesita de la religión para completarse políticamente". Ha llovido mucho desde entonces, pero ¿qué peso real tiene hoy la Iglesia Católica en los países donde es confesión "privilegiada "? ¿Respeta la división Iglesia-Estado?.

Comentarios

D

Como dice #1 las religiones son normas y formas de vida, de ahí que pretendan que el estado y la sociedad se rija por esas normas. Para que esto sea posible la inmensa mayoría de la población debe ser de la misma religión (como sucede en los estados islámicos). En Occidente donde conviven varias confesiones, parte de la población es no creyente y otra lo es por tradición, la única salida de consenso es el estado laico y que la religión sea de ámbito personal: Si tu religión no acepta el divorcio no te divorcies, si no puedes comer carne de cerdo o abortar no lo hagas, pero deja a los demás tomar sus decisiones.

snot2000

Todas las religiones son unas normas y unas formas de vida, y eso ya lo hace el estado por votacion de todos, no de uno que esta sentado en su templo...

D

El principal movimiento reformista católico de EE UU, Call To Action, anunció que vigilaría "de cerca" las decisiones del Santo Padre. La crisis religiosa en el país es notoria. Más de una cuarta parte de los estadounidenses declara haber dejado la confesión en la que crecieron, y, según el Estudio del Pew Forum sobre Religión y Vida Pública, la fe católica es la que más bajas ha sufrido, a pesar de los inmigrantes latinos. Esto supone que apenas el 10% de los ciudadanos de EE UU son católicos.

La verdad, un artículo notablemente interesante que refleja la decadencia y paralelo integrismo de ese estado teocrático contrario al laicismo social en pro de su imperialismo espiritual-material.