El gobierno neozelandés obligará a los coches nuevos a mostrar una etiqueta con un número determinado de estrellas en función de su eficiencia energética, tal y como ya se hace con los electrodomésticos. Las etiquetas también mostrarán el gasto en combustible teniendo en cuenta los promedios de precio y distancia recorrida. El ministro de energía, David Parker, afirmó que la intención es que el consumidor se dé cuenta que puede ahorrar cientos o miles de dólares comprando un coche más eficiente.
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Conste que en Europa también.