...Y no, no todos somos iguales. Salta a la vista. Pero hoy y ahora ni se nos puede pasar por la cabeza referirnos a alguien como una persona exquisita. Es pecado de lesa extravagancia. Incluso algún necio dirá que resulta poco solidario. ¿Te das cuenta?....
Comentarios
Crecí con sus cuentos, disfrute de sus novelas, y aprendí con sus reflexiones. Algunas de sus ideas me acompañan en la vida.
«_Discúlpeme,_ no le había reconocido: he cambiado mucho.»