Hace 16 años | Por angelesperte a elpais.com
Publicado hace 16 años por angelesperte a elpais.com

Una niña de 15 años ha pedido ayuda a la Guardia Civil. Ya no puede más. Hay días, cuando va al instituto del Espinar (Segovia) en el que estudia, que su móvil no deja de recibir llamadas y mensajes. Un hombre que dice tener “unos 30 años” la atosiga desde el pasado verano. Hace poco, en un sólo día, recibió 25 llamadas y mensajes, casi todos obscenos.

Comentarios

Ferran

#2 Parece que le envió las fotos bajo amenazas: Me las enviaba y me decía que yo también debía hacerlo, o que me haría daño

Y parece que el tipo la seguia, ya que le decia por sms la ropa que ella llevaba puesta.

Un enfermo en toda regla...

D

¿En que están pensando estas crías al enviar fotos a cualquiera? Con la de tarados que hay sueltos, no lo entiendo.

p

¿Y no se le ha ocurrido cambiar de número de móvil?

UtahNutria

Con los tatuajes tiene que ser fácil localizarlo a través de los estudios donde se hacen por allí. Qué fué de aquello de localizar las llamadas triangulando la posición? Tanto móvil 3G con GPRS y no lo pillan?

Edito: #5, al principio de la noticia dice que los móviles de los alumnos de esa escuela están al alcance de gente externa al centro, y no amplía la información desgraciadamente, quizás fuese inútil cambiarlo.

D

entiendo que la niña lo debe estar pasando fatal,
pero hay que tener muy pocas luces para enviarle fotos al tio ese, por mucho que le amenazara,
deberia haberlo hecho publico mucho antes, y no lo habria pasado tan mal

confio en q lo encuentren, localizen las llamadas y no ocurra ninguna desgracia

a

Cerdo. Lo podría electrocutar el móvil.

KaosUrbano

También le ha enviado fotos de su cuerpo desnudo y con tatuajes en la nuca que contienen frases de apoyo a los Ultrasur, seguidores radicales del Real Madrid.

Manda webos con esta panda de capullos. Luego van por ahí enviando powerpoints que si latin kings que si inmigrantes, cuando luego resulta que los pederastas son ellos mismos.

Asco de gentuza

I

#5 No tiene porqué cambiar de móvil la víctima, con el perjuicio que ello conlleva un cambio de número, para terminar cambiándolo una vez más si el agresor la encuentra de nuevo. Eso no es una solución, y perjudica a la víctima.