La población de Villamartín tendrá que beber, agua embotellada. Así lo pidió el alcalde de esa localidad, José Luis Calvillo, en un bando emitido para advertir a sus habitantes de que el agua del único pozo que queda, de los dos de los que se surtía, no es apta para el consumo ni para la alimentación.La ciudad se abastecía de dos pozos: uno se hundió y el otro no es potable, según la Junta de Andalucia.