Hace 16 años | Por Maranga a diariodelviajero.com
Publicado hace 16 años por Maranga a diariodelviajero.com

Los vuelos con niños pueden hacerse muchas veces interminables. La larga espera agota la corta paciencia de un chaval con ganas de jugar y eso puede poner de los nervios a cualquiera, incluido el señor que se sienta al lado o a ese otro al otro extremo que intenta echar una cabezadita.