La ciudad iraquí de Baquba, capital de la provincia de Diyala, conocida en el pasado por su riqueza agrícola, se queda sin agua tanto para consumo humano como para el riego, en parte por el conflicto armado entre chiitas y sunitas. Ambos bandos han tratado de desviar el curso para privar al otro de agua para el riego de sus granjas. Podría obtenerse agua desde el curso superior del rio, pero esto no es aceptable: allí suele echarse los cuerpos de los muertos en combates, y con frecuencia se ven cadáveres flotando en el rio Diyala.
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Los iraquíes se preguntan por qué las fuerzas militares de ocupación no se han preocupado de garantizar el normal abastecimiento de agua y electricidad. Como es habitual, no obtienen respuesta.