El poblado de Navalquejigo, en la localidad madrileña de El Escorial, vuelve a estar ‘okupado' por diez habitantes, después de su desalojo hace 14 meses. Ha sido gracias a la decisión de la sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid de revocar el fallo del juzgado número uno de San Lorenzo de El Escorial por el que se precintaron sus viviendas y se les echó.
Bien por ellos, donde solo habia un pueblo fantasma, ellos lo van a llenar de vida.
Los okupas no son unos yonkis y unos ladrones, los de verdad son gente que se lo curra y que reaprovecha espacios ya sea para vivir y/o para hacer centros sociales sin putear a los demás.
Copio comentario de la noticia:
Conozco Navalquejigo desde siempre. Antes de la ocupación los fines de semana se llenaba de domingueros que hacían allí sus barbacoas y lo dejaban todo lleno de basura, meados y excrementos. Los okupas se encargaron de limpiar, adecentar los caminos, rozar la maleza, y organizaban conciertos, talleres y actividades sociales (este adjetivo es importante, aunque muchos se empeñen en extinguir su valor). Es inmoral defender el derecho inalienable a la acumulación frente al derecho público a aspirar a una vida en común mejor, más rica socialmente y más completa: es igual que defender el derecho de una persona a acumular alimentos para que se pudran mientras a pocos metros hay gente con hambre. Hay muchos interesados en que solo vivan quienes pueden pagárselo, mientras los demás tenemos que conformarnos con sobrevivir más o menos en precario.
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Bien por ellos, donde solo habia un pueblo fantasma, ellos lo van a llenar de vida.
Los okupas no son unos yonkis y unos ladrones, los de verdad son gente que se lo curra y que reaprovecha espacios ya sea para vivir y/o para hacer centros sociales sin putear a los demás.
Ole, muy buena noticia
Animo compas!!!!!!!
Copio comentario de la noticia:
Conozco Navalquejigo desde siempre. Antes de la ocupación los fines de semana se llenaba de domingueros que hacían allí sus barbacoas y lo dejaban todo lleno de basura, meados y excrementos. Los okupas se encargaron de limpiar, adecentar los caminos, rozar la maleza, y organizaban conciertos, talleres y actividades sociales (este adjetivo es importante, aunque muchos se empeñen en extinguir su valor). Es inmoral defender el derecho inalienable a la acumulación frente al derecho público a aspirar a una vida en común mejor, más rica socialmente y más completa: es igual que defender el derecho de una persona a acumular alimentos para que se pudran mientras a pocos metros hay gente con hambre. Hay muchos interesados en que solo vivan quienes pueden pagárselo, mientras los demás tenemos que conformarnos con sobrevivir más o menos en precario.
¡¡Muchas gracias a toda esta gente!!
Salud!
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