Hace 15 años | Por Meneeitor a publico.es
Publicado hace 15 años por Meneeitor a publico.es

Algunas personas recorren el mundo y no aprenden nada. Otras miran por la ventana de su casa y descubren los secretos del Universo. Charles Darwin, ni qué decirlo, era de las segundas. Y para demostrarlo, el Jardín Botánico de Nueva York ha recreado el jardín de su residencia en Downe, en los alrededores de Londres, donde pasó 40 años observando las plantas y consolidó su teoría de la evolución.