Que lástima que sean tan pocos los que abogan por un diálogo perfecto como la mejor estrategia
No queda más que luchar, con el poder de la palabra en contra de la represión. El tiempo pone a cada uno en su sitio.
Los tibetanos en masa o el?
Envidia me dan los tibetanos, los madrileños seguimos teniendola.
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Que lástima que sean tan pocos los que abogan por un diálogo perfecto como la mejor estrategia
No queda más que luchar, con el poder de la palabra en contra de la represión. El tiempo pone a cada uno en su sitio.
Los tibetanos en masa o el?
Envidia me dan los tibetanos, los madrileños seguimos teniendola.