Hace 15 años | Por yoscar22 a elpais.com
Publicado hace 15 años por yoscar22 a elpais.com

Nada como amarrarse a la barra de un bar y escuchar cotilleos en los que aparezcan bolliscouts (lesbianas que van de viaje), mariliendres (mujeres hetero que buscan la compañía de gays), basculocas (homosexuales obsesionados con el peso), ledoronas (amantes del cuero, un anglicismo directo que viene de la palabra leather) o taligays (los más radicales). "Es un lenguaje muy creativo. Como se origina en la exclusión, crea códigos propios", dice Félix Rodríguez, filólogo que publica un diccionario del lenguaje homosexual.