"El recinto no está todo lo bien que debería. Los animales se aburren y desarrollan comportamientos anómalos. Se pelean, se arrancan los cabellos y se comen los excrementos. En la selva tienen muchas cosas que hacer durante el día, pero en la Ciutadella, no".
#1:
"A finales de enero, sin embargo, la directora, Carme Maté, especialista en primates y responsable de haber impulsado la investigación, fue despedida de manera fulminante. Su línea, a favor de un parque más dedicado a la conservación, chocó con los intereses del Ayuntamiento. Su puesto lo ocupó una gestora de BSM sin experiencia con animales."
No me gustan los zoos porque tener criaturas cautivas para nuestro divertimento, pero entiendo que también han tenido un importante papel en la conservación de algunas especies. Por eso me resulta inadmisible que los intereses de unos condicionen la vida de seres vivos sin voz ni voto. No lo entiendo.
Me quedo también con: "...sería apostar por un modelo de zoo basado en el espectáculo, propio del pasado."
#19:
El problema no son los zoológicos, sino la presunción de que los animales existen para nuestro uso y disfrute.
Por mi afición a la fotografía y a los animales conozco varias instalaciones en España. A consecuencia de mis contínuas visitas he tenido la oportunidad de conocer más de cerca a algunos cuidadores. En su mayoría son gente que se preocupa por la calidad de vida de los animales a su cargo, y discuten con la dirección por cuestiones que deberían ser mucho más simples. También existen aquellos que parecen sacados de una granja del siglo XIX y solo saben cumplir con lo que la dirección manda, sin cuestionarse nada. Al fin y al cabo el principio que se debatía en La jerarquía mata a los emprendedores
Los jefes tapan todas aquellas oportunidades para que nadie se aproxime a ellos, no vaya a ser que l [...]
es aplicable a los parques zoológicos y centros de conservación de la naturaleza.
Hay varios casos que puedo resaltar y que me llaman especialmente la atención. El primero de ellos, en el Zoo de Madrid, es el de las dos jaulas que hay a la entrada, en el camino que lleva al acuario. Son dos jaulas históricas que provienen de la antigua Casa de Fieras de El Retiro.
Personalmente me parece interesante que se mantengan estas jaulas como elemento histórico. Sin embargo, uno se encuentra que la dirección del Zoo las considera oportunas para meter rapaces que apenas pueden estirar las alas (no digamos ya volar). Así no se puede ignorar la vergüenza y la tristeza que se siente al ver un buitre leonado tirado en el suelo sin apenas poder moverse y recordar haberlos visto volando en libertad en la zona protegida de las Hoces del Duratón.
Otra cosa que me llama la atención es la falta de firmeza por parte de las direcciones. El siguiente caso lo he podido ver repetido en el Zoo de Madrid, en Faunia y en L'Oceanografic. Supongo que los que hayáis visitado alguna vez un acuario sabréis que los peces no tienen párpados, y que por tanto las fotos con flash les dejan ciegos.
En otros países de nuestro entorno he visto como cuando un visitante hacía una foto con flash inmediatamente era expulsado del recinto, e incluso multado. Y es que la excusa de no saber quitar el flash o no recordar que estaba activado no es válida: si la prohibición existe, antes de tirar la foto desactiva el flash (verifícalo). Y si no sabes como hacerlo, tienes dos opciones: pregunta a alguien o simplemente no hagas la foto.
Sin embargo, en España, en los centros que he conocido, todo lo más es repetir una y otra vez la misma prohibición por megafonía en diferentes idiomas.
Recuerdo dos casos en particular. Uno de ellos, que ilustra a la perfección la inutilidad de los equipos directivos, me ocurrió visitando L'Oceanografic. Frente a uno de los acuarios había en ese momento cerca de un centenar de personas haciendo fotos, en su mayoría con flash. Allí estaba presente una cuidadora, y comenté la situación con ella. Lo único que me pudo responder fue: "Ya estoy afónica de pedirlo a voces, y la dirección no me deja hacer otra cosa".
El otro caso, en el acuario del Zoo de Madrid, resultaría gracioso si no fuera por el daño causado a los animales. Estabamos en la instalación de los tiburones, cuando desde el otro lado apareció el fogonazo de un flash. Inmediatamente por megafonía se escucho el mensaje de advertencia en castellano e inglés. A los dos segundos otro flash de la misma persona. Entonces se le acercó la cuidadora y le repitió la prohibición en castellano y en inglés. Según se giró, foto con flash. Otra vez se lo repitió en alemán, francés y ruso. Y nada, el chaval que seguía con sus fotos con flash.
La pobre cuidadora paso por mi lado con una cara de furia contenida que no había visto antes. Esa impotencia de no poder agarrar a ese sujeto y echarle del parque podía con ella. Estábamos comentando la situación cuando de repente aparece el chaval y de nuevo, desde donde yo estaba, otra foto con flash. Me sale de dentro, instintivo, un: "¡SIN FLASH POR FAVOR!". Se gira, me mira, y me salta con carita de ingenuo: "¡Es que no sé como quitarlo!"
En estos casos tengo que tragar saliva, mucha saliva, para no dejar que me domine la furia. Recurro a mi dilatada experiencia, y aparte de los ya dicho de que les deja ciegos a los animales, que si no sabe pregunte o no haga la foto, le añado siempre un claro y evidente: "Además, una foto con flash a un cristal si no se sabe tirar siempre sale con el fogonazo en el cristal. Vamos, que las fotos que has hecho si las revisas no te habrán quedado bien ninguna".
Los directivos con los que he tenido oportunidad de hablar piensan que si toman medidas impopulares como expulsar a estos sujetos su número de visitas se verá reducido. Les puedes explicar que su grueso de visitas proviene de turistas y grupos concertados, en especial colegios, que seguirán yendo pese a las expulsiones de aquellos que incumplan unas normas básicas de comportamiento. No lo entienden, y no les sirven ejemplos de otros centros de prestigio internacional que actúan así.
Y es una pena, porque los zoológicos bien planificados y bien dirigidos son un mal necesario, una antesala de las reservas, que son un mal mucho menor para la protección de especies en peligro.
#4:
¿¿¿¿De verdad esperan que loas animales de un zoo sean felices y no tengan ningún problema????
Cuanto daño ha echo Walt Disney a la sociedad, los animales no son felices encerrados. No cantan ni bailan cuando nadie mira. Que hay especies en peligro y necesitan ayuda vale venga, pero todos sabemos que no es el caso, en los zoos hay de todo y todo se exhibe.
"A finales de enero, sin embargo, la directora, Carme Maté, especialista en primates y responsable de haber impulsado la investigación, fue despedida de manera fulminante. Su línea, a favor de un parque más dedicado a la conservación, chocó con los intereses del Ayuntamiento. Su puesto lo ocupó una gestora de BSM sin experiencia con animales."
No me gustan los zoos porque tener criaturas cautivas para nuestro divertimento, pero entiendo que también han tenido un importante papel en la conservación de algunas especies. Por eso me resulta inadmisible que los intereses de unos condicionen la vida de seres vivos sin voz ni voto. No lo entiendo.
Me quedo también con: "...sería apostar por un modelo de zoo basado en el espectáculo, propio del pasado."
El problema no son los zoológicos, sino la presunción de que los animales existen para nuestro uso y disfrute.
Por mi afición a la fotografía y a los animales conozco varias instalaciones en España. A consecuencia de mis contínuas visitas he tenido la oportunidad de conocer más de cerca a algunos cuidadores. En su mayoría son gente que se preocupa por la calidad de vida de los animales a su cargo, y discuten con la dirección por cuestiones que deberían ser mucho más simples. También existen aquellos que parecen sacados de una granja del siglo XIX y solo saben cumplir con lo que la dirección manda, sin cuestionarse nada. Al fin y al cabo el principio que se debatía en La jerarquía mata a los emprendedores
es aplicable a los parques zoológicos y centros de conservación de la naturaleza.
Hay varios casos que puedo resaltar y que me llaman especialmente la atención. El primero de ellos, en el Zoo de Madrid, es el de las dos jaulas que hay a la entrada, en el camino que lleva al acuario. Son dos jaulas históricas que provienen de la antigua Casa de Fieras de El Retiro.
Personalmente me parece interesante que se mantengan estas jaulas como elemento histórico. Sin embargo, uno se encuentra que la dirección del Zoo las considera oportunas para meter rapaces que apenas pueden estirar las alas (no digamos ya volar). Así no se puede ignorar la vergüenza y la tristeza que se siente al ver un buitre leonado tirado en el suelo sin apenas poder moverse y recordar haberlos visto volando en libertad en la zona protegida de las Hoces del Duratón.
Otra cosa que me llama la atención es la falta de firmeza por parte de las direcciones. El siguiente caso lo he podido ver repetido en el Zoo de Madrid, en Faunia y en L'Oceanografic. Supongo que los que hayáis visitado alguna vez un acuario sabréis que los peces no tienen párpados, y que por tanto las fotos con flash les dejan ciegos.
En otros países de nuestro entorno he visto como cuando un visitante hacía una foto con flash inmediatamente era expulsado del recinto, e incluso multado. Y es que la excusa de no saber quitar el flash o no recordar que estaba activado no es válida: si la prohibición existe, antes de tirar la foto desactiva el flash (verifícalo). Y si no sabes como hacerlo, tienes dos opciones: pregunta a alguien o simplemente no hagas la foto.
Sin embargo, en España, en los centros que he conocido, todo lo más es repetir una y otra vez la misma prohibición por megafonía en diferentes idiomas.
Recuerdo dos casos en particular. Uno de ellos, que ilustra a la perfección la inutilidad de los equipos directivos, me ocurrió visitando L'Oceanografic. Frente a uno de los acuarios había en ese momento cerca de un centenar de personas haciendo fotos, en su mayoría con flash. Allí estaba presente una cuidadora, y comenté la situación con ella. Lo único que me pudo responder fue: "Ya estoy afónica de pedirlo a voces, y la dirección no me deja hacer otra cosa".
El otro caso, en el acuario del Zoo de Madrid, resultaría gracioso si no fuera por el daño causado a los animales. Estabamos en la instalación de los tiburones, cuando desde el otro lado apareció el fogonazo de un flash. Inmediatamente por megafonía se escucho el mensaje de advertencia en castellano e inglés. A los dos segundos otro flash de la misma persona. Entonces se le acercó la cuidadora y le repitió la prohibición en castellano y en inglés. Según se giró, foto con flash. Otra vez se lo repitió en alemán, francés y ruso. Y nada, el chaval que seguía con sus fotos con flash.
La pobre cuidadora paso por mi lado con una cara de furia contenida que no había visto antes. Esa impotencia de no poder agarrar a ese sujeto y echarle del parque podía con ella. Estábamos comentando la situación cuando de repente aparece el chaval y de nuevo, desde donde yo estaba, otra foto con flash. Me sale de dentro, instintivo, un: "¡SIN FLASH POR FAVOR!". Se gira, me mira, y me salta con carita de ingenuo: "¡Es que no sé como quitarlo!"
En estos casos tengo que tragar saliva, mucha saliva, para no dejar que me domine la furia. Recurro a mi dilatada experiencia, y aparte de los ya dicho de que les deja ciegos a los animales, que si no sabe pregunte o no haga la foto, le añado siempre un claro y evidente: "Además, una foto con flash a un cristal si no se sabe tirar siempre sale con el fogonazo en el cristal. Vamos, que las fotos que has hecho si las revisas no te habrán quedado bien ninguna".
Los directivos con los que he tenido oportunidad de hablar piensan que si toman medidas impopulares como expulsar a estos sujetos su número de visitas se verá reducido. Les puedes explicar que su grueso de visitas proviene de turistas y grupos concertados, en especial colegios, que seguirán yendo pese a las expulsiones de aquellos que incumplan unas normas básicas de comportamiento. No lo entienden, y no les sirven ejemplos de otros centros de prestigio internacional que actúan así.
Y es una pena, porque los zoológicos bien planificados y bien dirigidos son un mal necesario, una antesala de las reservas, que son un mal mucho menor para la protección de especies en peligro.
¿¿¿¿De verdad esperan que loas animales de un zoo sean felices y no tengan ningún problema????
Cuanto daño ha echo Walt Disney a la sociedad, los animales no son felices encerrados. No cantan ni bailan cuando nadie mira. Que hay especies en peligro y necesitan ayuda vale venga, pero todos sabemos que no es el caso, en los zoos hay de todo y todo se exhibe.
Que vergüenza de ser Barcelonés. Una tía quiere mejorar las cosas, y para que no moleste la despiden y ponen a un pelele a dirigir. Esto no debería pasar en Barcelona.
#16 no seas tan drastico, se puede montar un zoo y que los animales sufran lo minimo posible o nada.
Lo que creo que quiere decir #15, es que en parte son necesarios, ya que los niños de hoy en día se piensan que la leche viene del tetrabrick o las costillas de cordero del caprabo, es una forma de educar y respetar los animales, valga la redundacia...vamos que para mi son necesarios para educar, más que ocio.
El zoo de barcelona es un escaparate de la ignonimia y de la infamia. Ahi tienen los animales hacinados en multitud en minusculas jaulas haciendoles las mil y una perrerias, soportando las vejaciones de turistas.
Y porque no hablamos de los quioscos de animales de las Ramblas? Otro lugar que tal. Quien haya ido sabrá lo que digo. Otro espectaculo de tortura gratuito por parte de una caterva de desalmados HDP (no pongo la palabra que en meneame sois muy finos) que tienen los animales a la buena de Dios.
Muerte a los ZOOS y al tortura de los animales!
#15 osea que estas a favor de que unos seres vivos tengan que estar encerrados toda su vida en una celda para que tu vayas a verlos cuando te de la gana y sin gastarte un duro... lo de las pelas me da =, pero que pienses que un ser vivo vive para estar a tu disposicion y que viva para que tu puedas disfrutar de su tristeza, me parece fatal.
#21 Los hipopótamos son unos animales muy agresivos en la naturaleza. De hecho son considerados uno de los animales más peligrosos de África. No es de extrañar que muestren un comportamiento agresivo.
Por eso, sin más datos de los que aportas, no sabría decirte si se trataba de un comportamiento natural o anómalo.
Lo de comer escrementos lo vi en un Gorila en Cabarceno. Y creía que era normal ... vamos, todo dios se retorció de asco pero no creíamos que fuera "comportamiento anómalo"
Lo digo porque ese de la foto es Niky, procedente del Zoo de Madrid. De hecho su historia guarda muchas similitudes con la de Copito. Niky fue recuperado por la Guardia Civil en una operación contra el tráfico de animales en España, y sus primeros años de vida son muy difusos. Cuando llegó al Zoo la instalación de los gorilas no era suficiente para incluir a un extraño en el grupo, y por ello fue integrado con un grupo de chimpancés.
A consecuencia Niky nunca ha desarrollado un comportamiento propio de un gorila. Por eso resultaba curioso para los visitantes ver como Malabo, unos dos años más jovén que él, era capaz de dominarle y hacerse con el liderazgo del grupo.
Y sí, ya tenía la costumbre de comerse sus propias heces.
La última vez que estuve presencié una pelea entre 2 hipopótamos que fue bastante impresionante (salían del agua dando un salto y con la boca abierta lanzándose uno contra otro... aunque puede que estuvieran jugando).
Comentarios
"A finales de enero, sin embargo, la directora, Carme Maté, especialista en primates y responsable de haber impulsado la investigación, fue despedida de manera fulminante. Su línea, a favor de un parque más dedicado a la conservación, chocó con los intereses del Ayuntamiento. Su puesto lo ocupó una gestora de BSM sin experiencia con animales."
No me gustan los zoos porque tener criaturas cautivas para nuestro divertimento, pero entiendo que también han tenido un importante papel en la conservación de algunas especies. Por eso me resulta inadmisible que los intereses de unos condicionen la vida de seres vivos sin voz ni voto. No lo entiendo.
Me quedo también con: "...sería apostar por un modelo de zoo basado en el espectáculo, propio del pasado."
El problema no son los zoológicos, sino la presunción de que los animales existen para nuestro uso y disfrute.
Por mi afición a la fotografía y a los animales conozco varias instalaciones en España. A consecuencia de mis contínuas visitas he tenido la oportunidad de conocer más de cerca a algunos cuidadores. En su mayoría son gente que se preocupa por la calidad de vida de los animales a su cargo, y discuten con la dirección por cuestiones que deberían ser mucho más simples. También existen aquellos que parecen sacados de una granja del siglo XIX y solo saben cumplir con lo que la dirección manda, sin cuestionarse nada. Al fin y al cabo el principio que se debatía en La jerarquía mata a los emprendedores
La jerarquía mata a los emprendedores
baquia.comHay varios casos que puedo resaltar y que me llaman especialmente la atención. El primero de ellos, en el Zoo de Madrid, es el de las dos jaulas que hay a la entrada, en el camino que lleva al acuario. Son dos jaulas históricas que provienen de la antigua Casa de Fieras de El Retiro.
Personalmente me parece interesante que se mantengan estas jaulas como elemento histórico. Sin embargo, uno se encuentra que la dirección del Zoo las considera oportunas para meter rapaces que apenas pueden estirar las alas (no digamos ya volar). Así no se puede ignorar la vergüenza y la tristeza que se siente al ver un buitre leonado tirado en el suelo sin apenas poder moverse y recordar haberlos visto volando en libertad en la zona protegida de las Hoces del Duratón.
Otra cosa que me llama la atención es la falta de firmeza por parte de las direcciones. El siguiente caso lo he podido ver repetido en el Zoo de Madrid, en Faunia y en L'Oceanografic. Supongo que los que hayáis visitado alguna vez un acuario sabréis que los peces no tienen párpados, y que por tanto las fotos con flash les dejan ciegos.
En otros países de nuestro entorno he visto como cuando un visitante hacía una foto con flash inmediatamente era expulsado del recinto, e incluso multado. Y es que la excusa de no saber quitar el flash o no recordar que estaba activado no es válida: si la prohibición existe, antes de tirar la foto desactiva el flash (verifícalo). Y si no sabes como hacerlo, tienes dos opciones: pregunta a alguien o simplemente no hagas la foto.
Sin embargo, en España, en los centros que he conocido, todo lo más es repetir una y otra vez la misma prohibición por megafonía en diferentes idiomas.
Recuerdo dos casos en particular. Uno de ellos, que ilustra a la perfección la inutilidad de los equipos directivos, me ocurrió visitando L'Oceanografic. Frente a uno de los acuarios había en ese momento cerca de un centenar de personas haciendo fotos, en su mayoría con flash. Allí estaba presente una cuidadora, y comenté la situación con ella. Lo único que me pudo responder fue: "Ya estoy afónica de pedirlo a voces, y la dirección no me deja hacer otra cosa".
El otro caso, en el acuario del Zoo de Madrid, resultaría gracioso si no fuera por el daño causado a los animales. Estabamos en la instalación de los tiburones, cuando desde el otro lado apareció el fogonazo de un flash. Inmediatamente por megafonía se escucho el mensaje de advertencia en castellano e inglés. A los dos segundos otro flash de la misma persona. Entonces se le acercó la cuidadora y le repitió la prohibición en castellano y en inglés. Según se giró, foto con flash. Otra vez se lo repitió en alemán, francés y ruso. Y nada, el chaval que seguía con sus fotos con flash.
La pobre cuidadora paso por mi lado con una cara de furia contenida que no había visto antes. Esa impotencia de no poder agarrar a ese sujeto y echarle del parque podía con ella. Estábamos comentando la situación cuando de repente aparece el chaval y de nuevo, desde donde yo estaba, otra foto con flash. Me sale de dentro, instintivo, un: "¡SIN FLASH POR FAVOR!". Se gira, me mira, y me salta con carita de ingenuo: "¡Es que no sé como quitarlo!"
En estos casos tengo que tragar saliva, mucha saliva, para no dejar que me domine la furia. Recurro a mi dilatada experiencia, y aparte de los ya dicho de que les deja ciegos a los animales, que si no sabe pregunte o no haga la foto, le añado siempre un claro y evidente: "Además, una foto con flash a un cristal si no se sabe tirar siempre sale con el fogonazo en el cristal. Vamos, que las fotos que has hecho si las revisas no te habrán quedado bien ninguna".
Los directivos con los que he tenido oportunidad de hablar piensan que si toman medidas impopulares como expulsar a estos sujetos su número de visitas se verá reducido. Les puedes explicar que su grueso de visitas proviene de turistas y grupos concertados, en especial colegios, que seguirán yendo pese a las expulsiones de aquellos que incumplan unas normas básicas de comportamiento. No lo entienden, y no les sirven ejemplos de otros centros de prestigio internacional que actúan así.
Y es una pena, porque los zoológicos bien planificados y bien dirigidos son un mal necesario, una antesala de las reservas, que son un mal mucho menor para la protección de especies en peligro.
Los zoológicos, esas instalaciones anacrónicas, desfasadas y degradantes...
¿¿¿¿De verdad esperan que loas animales de un zoo sean felices y no tengan ningún problema????
Cuanto daño ha echo Walt Disney a la sociedad, los animales no son felices encerrados. No cantan ni bailan cuando nadie mira. Que hay especies en peligro y necesitan ayuda vale venga, pero todos sabemos que no es el caso, en los zoos hay de todo y todo se exhibe.
#12 No todos son así, si se sabe llevar bien un zoológico puede ser un buen centro de investigación y conservación y a la vez un centro de recreo.
Que vergüenza de ser Barcelonés. Una tía quiere mejorar las cosas, y para que no moleste la despiden y ponen a un pelele a dirigir. Esto no debería pasar en Barcelona.
Yo añadiría que no sólo el zoo de Barcelona se degrada, sino todos los zoos, antinaturales por definición.
#16 no seas tan drastico, se puede montar un zoo y que los animales sufran lo minimo posible o nada.
Lo que creo que quiere decir #15, es que en parte son necesarios, ya que los niños de hoy en día se piensan que la leche viene del tetrabrick o las costillas de cordero del caprabo, es una forma de educar y respetar los animales, valga la redundacia...vamos que para mi son necesarios para educar, más que ocio.
Imposible que se degrade, eso implica que alguna vez tuvo que estar bien.
Hay dos espectáculos que nunca me han gustado: circos y zoológicos. No sé, me deprimen, no sé por qué razón.
#3 O blanco o negro. O blanco o negro. O blanco o negro.
Así en todo. Y así nos va.
El zoo de barcelona es un escaparate de la ignonimia y de la infamia. Ahi tienen los animales hacinados en multitud en minusculas jaulas haciendoles las mil y una perrerias, soportando las vejaciones de turistas.
Y porque no hablamos de los quioscos de animales de las Ramblas? Otro lugar que tal. Quien haya ido sabrá lo que digo. Otro espectaculo de tortura gratuito por parte de una caterva de desalmados HDP (no pongo la palabra que en meneame sois muy finos) que tienen los animales a la buena de Dios.
Muerte a los ZOOS y al tortura de los animales!
#16 Yo no he dicho eso
Y por cierto, tú sabes lo que te haría un león a tí si pudiera? Se lo echas en cara? No, verdad?
La muerte, hace un mes y medio, de la elefante Ali
uffff ufffff........ por un momento he pensado lo peor
#15 osea que estas a favor de que unos seres vivos tengan que estar encerrados toda su vida en una celda para que tu vayas a verlos cuando te de la gana y sin gastarte un duro... lo de las pelas me da =, pero que pienses que un ser vivo vive para estar a tu disposicion y que viva para que tu puedas disfrutar de su tristeza, me parece fatal.
Des de que murió copito de nieve que ya no es lo mismo
Yo estaría en contra de los zoológicos si me pudiera ir a ver animales a África o Australia por menos de 4.000€
#21 Los hipopótamos son unos animales muy agresivos en la naturaleza. De hecho son considerados uno de los animales más peligrosos de África. No es de extrañar que muestren un comportamiento agresivo.
Por eso, sin más datos de los que aportas, no sabría decirte si se trataba de un comportamiento natural o anómalo.
Lo de comer escrementos lo vi en un Gorila en Cabarceno. Y creía que era normal ... vamos, todo dios se retorció de asco pero no creíamos que fuera "comportamiento anómalo"
#24 Por un casual, ¿el gorila al que te refieres es el de la siguiente foto?
http://www.parquedecabarceno.com/images/galeria/imagen_04.jpg
Lo digo porque ese de la foto es Niky, procedente del Zoo de Madrid. De hecho su historia guarda muchas similitudes con la de Copito. Niky fue recuperado por la Guardia Civil en una operación contra el tráfico de animales en España, y sus primeros años de vida son muy difusos. Cuando llegó al Zoo la instalación de los gorilas no era suficiente para incluir a un extraño en el grupo, y por ello fue integrado con un grupo de chimpancés.
A consecuencia Niky nunca ha desarrollado un comportamiento propio de un gorila. Por eso resultaba curioso para los visitantes ver como Malabo, unos dos años más jovén que él, era capaz de dominarle y hacerse con el liderazgo del grupo.
Y sí, ya tenía la costumbre de comerse sus propias heces.
gracias x compartir esta noticias
Hijos de puta!!
La última vez que estuve presencié una pelea entre 2 hipopótamos que fue bastante impresionante (salían del agua dando un salto y con la boca abierta lanzándose uno contra otro... aunque puede que estuvieran jugando).
#5 Pues te meto en una cárcel que no todo es malo.
Las jirafas y los gorilas también marginados por no saber catalán. ¡Visca!