Dos ancianas monjas de clausura carmelitas se encadenaron hoy a una farola a pocos metros del Vaticano para protestar, pues consideran que, hace unos años, fueron expulsadas injustamente de su convento. Ambas abandonaron el convento en 2005 por motivos de salud y con las pertinentes autorizaciones, pero al regreso no fueron aceptadas por una serie de acusaciones que consideran injustas'Santidad, nos han expulsado y denunciado. ¡Vergüenza!', señalaba uno de los carteles que las monjas de clausura, vestidas con sus hábitos, sostenían en sus manos
Comentarios
No creo que con la edad de las monjas, el hombre que estaba en el convento les pudiese ayudar en algo mas que en las tareas ordinarias.
¡Sí Señor! !Así se hace¡ Eso sí espero que no se encadenasen muy fuerte, que no estarán para muchos trotes ya.
Dedican toda su vida a dios y mira como se lo pagan jajajaj ... humanos
Qué puntazo ...