Antes de entrar a la clase de Contaduría Pública, a la 6 de la tarde, Roger y Daisy Garavito, de 20 y 19 años, se despiden de su mamá, María Sagarrio Moncada. Ella lleva 6 horas sentada en un banco vendiendo dulces, en plena carrera novena, justo en la entrada de la U. Santo Tomás. Roger y Daisy son hijos de estos vendedores ambulantes, quienes llevan trabajando más de 15 años a las afueras de la universidad donde hoy los dos jóvenes se labran su futuro. Durante el día los dos muchachos los ayudan en las ventas callejeras. Sin pena le venden ..
Comentarios
#2 En Colombia existen las universidades públicas, el que no tenga recursos y quiere estudiar, puede estudiar allí (incluso las mejores universidades son las públicas) ahora, para ingresar debes pasar un examen, y como es tanta la gente...
#5 Yo diría que comentas en la noticia que no es
PD Vale, has editado
#6 No voy a lloriquear por el negativo (aunque no lo comprenda), pero para aclarar, lo que ponía en #5 era:
Pues yo diría que Lucy se parece a Zapatero
Me limité a avisar al que respondió, nada más Si alguien se ha sentido ofendido, lo siento, aunque sea absurdo.
Si ánimo de generalizar, ¿Porqué la gente es tan súmamente tonta de no apreciar lo que tienen hasta que lo pierden? Me recuerda a mi pueblo, cuando quitaron la radio, que nadie escuchaba, se montó un pollo de los grandes. La volvieron a poner, y allí sigue, sin que nadie la escuche.
#7 Es mejor eso a que solo algunos se puedan pagar los postgrados. Además, los sueldos bajos son fruto de una mala legislación que de tanto liberalizar las cosas se han dejado de proteger los derechos de los ciudadanos.
Bien por ellos
#3 Si, eso solo quiere decir que la cobertura es supremamente inadecuada, Eso sin contar con los esfuerzos que estan haciendo para privatizar las universidades publicas.
#4 Eso y entonces habrá excedente de univarsitarios y los ingenieros pasarían a ser mileuristas.
Por cierto lo de Contaduria creo que se refiere a Contabilidad.
Embrace your dreams. If you want to be a hero, you need to have dreams. And honor.
En Argentina las universidades son gratuitas y quien quiera puede estudiar allí. Pero el transporte no es gratuito; los libros tampoco (y a las bibliotecas les faltan recursos); algunas carreras pe}recisan materiales que deben comprar los alumnos; no hay universidades en todas las ciudades, por lo que la mayoría debe mudarse y alquilar una vivienda; etcétera. Entonces ya no es tan fácil ir a la universidad, aunque afortunadamente sigan siendo gratuitas.
Es una pena que al final la hija tenga que esperar porque no puedan ir los dos. La educación debería ser siempre pública y gratuita. Lo importante es que la gente sea buena en lo que hace. La de cerebros que se deben de estar desaprovechando en el mundo por no poder permitirse ir a la universidad