Hace 15 años | Por AitorD a elmundo.es
Publicado hace 15 años por AitorD a elmundo.es

"...los españoles reciclamos una ínfima parte de lo que consumimos, y en algunos casos, como en el del vidrio, donde se puede reciclar el 100% del material, las consecuencias de la desidia son un mayor deterioro del Planeta, un gasto energético importante y un precio más alto en los envases. (...) Ahora mismo, en nuestro país hay un contenedor de reciclado de vidrio por cada 299 personas, una cifra muy superior a la de gente que retorna las botellas y los tarros de cocinar al final de la semana."

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AitorD

"...el tratamiento del vidrio es rápido y limpio, y no hacen falta más de unas horas para convertir una botella rota en el calcín que utilizan los vidrieros para crear un nuevo envase.

Nótese que hablamos siempre de vidrio y no de cristal. La diferencia es crucial. El vidrio, del que están hechas las botellas o los tarros, no es igual al cristal con el que se hacen los vasos o a la cerámica que se usa para un plato. Es más, la diferencia es tan grande que su confusión provoca la pérdida de miles de toneladas de desechos de cada año por las mezclas indeseadas que se producen en los contenedores.

A los iglús de recogida los españoles tiramos cada año miles de toneladas de residuos orgánicos, teléfonos móviles, bolsas de plástico y todo tipo de objetos sorprendentes, desde cajas fuertes a urinarios. Sin embargo, y por raro que parezca, un simple plato es muchísimo más dañino que un cargamento de pilas, plásticos y restos de comida.

La explicación la da Fernando Santa Olalla, jefe de administración de Santaolalla e hijos, una planta de recuperación de vidrios y palets a las afueras de Guadalajara. «El vidrio y la cerámica funden a una temperatura diferente; los restos de los platos, por ejemplo, se quedan en los hornos y acaban dañándolos. Basta con que en un iglú, entre cientos de kilos de vidrio, haya un par de platos como para que todo el contenido deba ser desechado»."